Conversamos con los talentos de España premiados en la última edición de los Rising Talents de Maison & Objet en París.
Por Vivian Urfeig
07.02.2023
Entre metáforas visuales, reinterpretaciones ancestrales e investigaciones sobre la relación entre el cuerpo y los objetos, el semillero de diseñadores españoles salió a la cancha en París, en el parque de exposicones de Villepinte. En la edición del verano 2023 de Maison & Objet, evento que reúne a los profesionales y empresarios más destacados del sector del diseño, España levantó su voz a través de las propuestas de jóvenes profesionales que contaron con un espacio destacado para mostrar sus búsquedas y exploraciones.
Fueron seleccionados por un jurado de notables, figuras de peso en el sector que detectaron las aptitudes de la nueva generación y les hicieron un lugar en esta vidriera internacional. El empujoncito a las ligas mayores fue impulsado por Jaime Hayon, destacada figura del diseño internacional; Álvaro Matías, al frente del Festival de Diseño de Madrid; Inma Bermúdez, reciente ganadora del Premio Nacional de Diseño de España; Xavier Franquesa, director de la galería Il.Iacions de Barcelona; y Belén Moneo, socia del estudio Moneo-Brock. Ambas generaciones coincidieron en la premiación ofrecida en la Embajada de España de París, donde, de alguna manera, realizaron un traspaso simbólico.
Emergentes y felices, los seis españoles le contaron a The Praxis Journal cómo piensan el diseño y las nuevas formas de habitar. Miguel Leiro reinterpretó la tipología proyectual de la antigua Roma en una colección llamada Triclinio, inspirada en los triclinium romanos, los comedores donde se celebraban los banquetes. Este fue el punto de partida para el desarrollo del diván Lectus. De los invitados romanos a los vínculos actuales, Leiro, graduado en el Pratt Institute de Nueva York, explica: “Me interesa reanalizar esa arqueología particular a partir de un lenguaje de tipologías como mosaicos o revestimientos”. Además, el diseñador señala: “Este formato es fruto no solo de la influencia de Egipto sino también de sus invasores persas. Los intercambios culturales quedaron muy consolidados dentro del triclinio romano donde esta sala de banquetes quedó compuesta por varios divanes a los que se puede interpretar como un híbrido entre la característica dignificante del respaldo junto con la tendencia posiblemente asiática de reposar en contextos sociales”. Leiro también desarrolló jarrones de vidrio soplado y una pieza llamada Reliquiario, inspirada en el contenedor religioso. “Uno puede decidir almacenar sus objetos valiosos o las posesiones más banales. Así, este mueble puede entenderse tanto como un expositor o un mueble de almacenaje”, dice Leiro, quien también es el fundador y presidente de Office of Design, una organización de gestión cultural sin fines de lucro especializada en el mundo del diseño.
Marta Armengol presentó un producto innovador que surge de la investigación sobre el movimiento del cuerpo en relación a los objetos cotidianos. La colección se llama My shame in soft y está realizada en tejido natural de algodón reciclado y corcho. Se trata de una cama rebatible que se transforma en un gran sofá con almohadones mullidos rellenos de lana de oveja. “Un tatami que también funciona como biombo completa la línea. Son piezas grandes, en proporción a la escala humana, que le permiten al cuerpo encontrar distintas posturas, promoviendo calma y relajación. El acabado rústico es intencional. Me interesa destacar las propiedades del material”, señala Armengol, arquitecta con sede en Mallorca y estudios en el ETSAB de Barcelona. “Mezclar los límites entre arquitectura, diseño y escenografía, entre instalaciones y escultura o entre la práctica y la investigación de la propia arquitectura es cuando surgen las nuevas ideas y florece la innovación”, apunta Armengol, que expuso en el Palais de Tokyo de París y colaboró con firmas internacionales como Maniera Bruselas, Dion Lee y el interiorismo de la tienda Camper de Valencia. Además, mostró la colección Artifacts, que incluye luminarias creadas con tubos y barras de acero inoxidable. “Es un diseño ready-made que permite que las lámparas tomen diferentes formas y aporten diversas cualidades estéticas según quién las utilice. La personalización resulta en un desarrollo económico y sostenible, que invita a una aproximación lúdica para crear experiencias en torno a la luz”, destaca.
Por otra parte, Tornasol Studio viajó hacia las entrañas de los ideogramas chinos para transformarlos en taburetes, auténticas metáforas visuales. Inés Llasera, diseñadora industrial, y Guillermo Trapiello, arquitecto y cartógrafo, recibieron de manos de Jaime Hayón su diploma que los acredita como “talentos emergentes”. “Estamos muy emocionados, es una gran oportunidad estar en esta plataforma de tendencias internacionales”, señalaban durante la ceremonia. Tornasol, con base en Madrid, presentó un sofá inflable, producto de “explorar nuevas formas de representar la náutica y el verano”. Llasera y Trapiello explican: “Buscamos esa identidad entre boyas inflables que sirven de respaldo. Cada usuario define a gusto la firmeza. Centramos nuestro método de trabajo en el estudio objetivo de fenómenos generalmente considerados subjetivos: luz, sonido, movimiento, materialidad, color, escala y proporción”.
La propuesta de Álvaro Aramburu apunta a generar piezas únicas para exponer en galerías de arte de Dals Långed, la localidad sueca donde vive. Aramburu realizó un máster en Artes Aplicadas, en Gotemburgo y encaminó su carrera al diálogo que se genera entre el arte y el diseño. La madera es la protagonista de su paleta de materiales. Colores, texturas y el impacto de la luz en sus creaciones guían sus procesos artesanales. Aramburu forma parte del estudio Växt, un coworking para el desarrollo de diseños interdisciplinarios. “La funcionalidad no es el primer objetivo, hay una búsqueda para que el espectador tome distancia de lo doméstico y lo reinterprete. El respeto por la naturaleza y el cuidado de los bosques está entre mis prioridades”, concluye.
Nacida en Córdoba y con base en Barcelona, Marta Ayala Herrera encara el desafío de experimentar nuevos materiales. “Pongo el foco en el diálogo entre las personas y el entorno a través de los objetos, constante exploración de las nuevas formas de habitar el mundo”, señala la ingeniera en Diseño Industrial, con un posgrado en Diseño de Mobiliario del Instituto Europeo de Diseño. "El diseño más difícil es el de los productos simples y honestos. Para lograrlo hay que apelar a la sensibilidad. Deberíamos juzgar los objetos como parte de una experiencia sensorial completa porque el diseño es lo que conecta a las personas con su propia realidad", explica. Ayala Herrera presentó en Maison & Objet luminarias, mesas y taburetes desarrollados para el centro cultural madrileño La Casa Encendida. “Auténticos puntos de reunión que convocan al intercambio colaborativo y conectan a las personas con su entorno”, señala sobre las plataformas para sentarse, compartir y relacionarse realizadas a partir de un material “no tan noble” con el MDF. Completan la línea Entreplantas las luminarias diseñadas a partir de la codificación geométrica del espacio: “Las lámparas se colocan de tal manera que exploran los ejes X, Y y Z. Podemos considerarlos como ritmos que dinamizan el espacio con sus diversos volúmenes, potenciando así la sensación espacial”. Estas piezas fueron desarrolladas con chapas microperforadas, lo que realzó su espíritu industrial.
El diseñador industrial Max Mila Serra investiga las propiedades de la luz como material estrella. Superficies proyectadas en múltiples plataformas y modulaciones lumínicas en el espacio son sus caballitos de batalla. A la exposición de París llevó artefactos en roca sin pulir y elementos vegetales que compusieron un escenario inmersivo. “Me obsesiona expresarme a través de la luz y elementos frágiles como las rocas naturales, piedras alineadas para captar la luz del sol, sea cual sea su intensidad”, explica Milla Serra. Y confiesa: “Mi desafío es llevar la materia de la luz a otras dimensiones humanas, despertar emociones y nuevas conexiones a través de la sostenibilidad”.
Reinventar la funcionalidad de los objetos en constante diálogo con los usuarios, explorar nuevas posibilidades, reinterpretar culturas ancestrales y desarrollar soluciones creativas para las nuevas formas de habitar. Los talentos españoles emergentes demostraron en París que tienen las herramientas necesarias para lograr sus objetivos.
Foto de portada. My shame in soft furniture, una investigación de Marta Armengol sobre el diálogo entre el cuerpo humano y los objetos. PH: Lua Oliver/Gentileza Maison & Objet.