Trending topics

Directoras en Hollywood: ¿será el 2021 el nuevo año Bigelow?

A pesar de que los Oscars nos hayan acostumbrado a las falsas expectativas, este año se intuye más igualitario que nunca. Emerald Fennell, Regina King, Chloé Zhao, Kitty Green, Sian Heder, Blerta Basholli, Eliza Hittmann y Kelly Reichardt son los nombres que llaman la atención este año. ¿Habrá strike a la costumbre?

Por Nicolás Mancini

10.02.2021

En 2010, como si fuera Jodie Foster en el ascensor de El silencio de los inocentes o Uma Thurman en medio de un sinfín de mercenarios asiáticos, Kathryn Bigelow dirigió The Hurt Locker y despistó a James Cameron, Lee Daniels, Jason Reitman y Quentin Tarantino en la carrera por el Oscar. Tuvieron que pasar dos guerras mundiales, ocho sumos pontífices, The Beatles, dos campeonatos del mundo ganados por Argentina y más del 90 por ciento de la obra de Alfred Hitchcock para que Guillermo Francella reciba una estatuilla de la Academia de Hollywood y, lo importante, una mujer gane por primera vez el premio a la mejor dirección. Once años después de aquel hito, el destino le hizo un movimiento de ajedrez a esta penosa estadística y la puso en jaque.

Emerald Fennell, Regina King, Chloé Zhao, Kitty Green, Sian Heder, Blerta Basholli, Eliza Hittmann y Kelly Reichardt son las directoras elegidas para competir en los premios más relevantes de la industria y del cine independiente estadounidenses del 2020-2021. Sacando predicciones por las nominadas a los Golden Globes, posiblemente más de una de ellas compitan por llevarse la estatuilla más preciada en lo que a Hollywood refiere. Por más que los Oscars nos hayan acostumbrado a las falsas expectativas, este año se intuye más igualitario que nunca, con la exageración que esa sugerencia merece. Teniendo en cuenta que solo cinco directoras mujeres fueron nominadas a lo largo de 82 ceremonias, ¿el 2021 será el año del strike a la costumbre? Para intentar dilucidar si esta temporada de premios se recordará como la que se animó a romper una poco agradable estadística no queda otra que recurrir... a otra estadística.

Chloé Zhao en el rodaje de su película Nomadland, protagonizada por Frances McDormand.

El primer movimiento del peón no fue tanto con el triunfo de Bigelow, sino seis años después, cuando la Academia de Hollywood recibió un sinfín de cuestionamientos por no haber incluido a ningún intérprete afromaericano en sus cuatro categorías de los Oscars relacionadas a la actuación. En ese 2016, cuando la Academia estaba compuesta por poco más de 6000 integrantes, profesionales de diferentes áreas de la industria y en su mayoría hombres blancos sub 50, la presidenta de la organización en aquel entonces, Cheryl Isaacs, se propuso duplicar en cuatro años la cantidad de integrantes mujeres así como también fomentar la representación de otros grupos y redujo el tiempo de las membresías para que no sigan votando siempre los mismos. A medida que fueron corriendo los años y cambiando los presidentes, la Academia fue registrando elevados números de nuevos invitados e invitadas, siendo el 2018 el año récord (se sumaron 928 miembros, mientras que en 2016 lo habían hecho 683). Aunque el dato es incierto, en 2019 la Academia habría contado con más de 9200 miembros, con un porcentaje de mujeres del 32 por ciento, una diferencia considerable respecto al 25 por ciento del 2016.

¿Qué sucedió entre 2016 y 2021 para que el número de mujeres trabajadoras de la industria hollywoodense fuera más relevante y sus trabajos lleguen cada vez más a las premiaciones importantes? Difícil enumerarlas en un solo artículo, pero centrándonos en en la fábrica de sueños podríamos reconocer la firme decisión de la Academia de que hubiera cambios internos y el significativo movimiento Me Too, potenciado en 2018 tras las denuncias por abuso sexual contra el productor Harvey Weinstein, un peso pesado de la industria, que derivó en denuncias a otros hombres del ambiente. Si bien la frase “Me Too” surgió en 2006 gracias a la activista Tarana Burke con el objetivo de lograr empatía entre mujeres víctimas de agresiones sexuales, el hashtag con el mismo enunciado propuesto por la actriz Alyssa Milano llegó a ojos y oídos del mundo en 2017 tras las incontables denuncias a Weinstein. En los Golden Globes posteriores al sacudón, la mayoría de las actrices acudió a la ceremonia de negro y con un pin del Time’s Up, un colectivo que crearon actrices, directoras y productoras de Hollywood con el objetivo de que hubiera cambios estructurales en las empresas respecto a los abusos y acosos sexuales (incluyó por ejemplo un fondo legal y un grupo de presión en busca de objetivos legislativos y laborales). Esa fue una de las mayores manifestaciones populares de lo que se había generado. En los Oscars del 2020 también hubo un hashtag de expresión: el #OscarsSoMale, que hizo referencia a la ausencia de mujeres en la categoría Mejor director cuando, por ejemplo, Greta Gerwig era un nombre cantado para quedarse, por lo menos, con una nominación.

Kitty Green, directora de The Assistant.

La prolongación del jaque a la estadística, esa estadística que arroja, por ejemplo, que el 19,4 por ciento de los guiones de las películas más taquilleras del 2019 fueron escritos por mujeres, intentará culminar en cuatro años con una nueva iniciativa: la Academy Aperture 2025. Este importante cambio de reglamento presentado por la Academia apuesta a que haya ganadores y ganadoras diversos, lo que modificará el modo en que vemos los Oscars. Habrá medidas que las producciones deberán cumplir si quieren estar nominadas. Las que contemplan a la inclusión de mujeres están en el Estándar A, que dice que el 30 por ciento de las películas nominadas de los premios deberán estar protagonizadas por mujeres, miembros de un grupo racial o etnia, personas LGBTQ+ o discapacitados y la historia debe estar centrada en uno de esos grupos; en el Estándar B, que sostiene que al menos dos creativos de la película deben “pertenecer a un grupo con escasa representación”; y en Estándar C, que está enfocado en los cobros de los grupos menos representados.

La temporada del 2020-2021 pone sobre la mesa esas películas que en otros tiempos por ahí quedaban un poco de lado y además exponen posturas firmes y hasta de protesta sobre los movimientos que lograron llevarlas hacia el lugar en donde están. Si esta nota estuviera ilustrada con fotografías “a lo Harry Potter”, la protagonista de Promising Young Woman estaría llevando a cabo su inteligente plan, la muchacha de Never, Rarely, Sometimes, Always atravesaría su odisea por Nueva York y, por sobre el resto, la joven de The Assistant contemplaría con miles de dudas lo que sucede a su alrededor con los peces gordos de la industria del entretenimiento, lo que graficaría a la perfección el jaque.

Foto de portada: Carey Mullingan en Promising Young Woman, de Emerald Fennell.