Conversamos con Marcella Echavarría, especialista en estilo de vida y textiles. Colabora con diseñadores y artesanos de todo el mundo estableciendo vínculos que conectan los conocimientos locales con las tendencias mundiales. Su especialidad es la creación de marcas de lujo y sostenibilidad de forma que se preserven las culturas y tradiciones.
Por Daniela Quintana
08.05.2024
Nació en 1972 en Colombia, su madre es Clara Saldarriaga una artista multidisciplinar; su tía es Olga Piedrahita, diseñadora de indumentaria. En la casa de Marcella Echavarría las tradiciones ocuparon un papel fundamental y ella explica que en su familia se le ha rendido tributo a la belleza y a la buena manufactura de las cosas.
En la adolescencia y por cuestiones familiares toda la familia se traslada desde Colombia a Estados Unidos, es en ese país que termina sus estudios secundarios y en ese proceso aplica a varias universidades, para el momento de iniciar sus estudios sus padres regresan a su tierra natal y ella finalmente decide estudiar historia colonial y literatura latinoamericana en la Universidad de Brown. No fue casual la elección de la carrera, originalmente Marcella quiso dedicarse al arte y conversando con su madre ésta le preguntó: ¿tú que tienes para contar? Marcella empezó a pensar en que historias habían contado otros y eso marcó su devenir universitario, sumado a la puesta en valor de las tradiciones que hacía su familia, se conformó su interés por la cultura colonial latinoamericana.
La siguiente etapa, promediando los años 90, la lleva de nuevo a Bogotá, ahí cursó un Máster en Desarrollo Sostenible en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. En paralelo comenzó a trabajar en Villegas Editores, una editorial que exclusivamente se ha dedicado a investigar la cultura colombiana en todos los campos. Dentro de la experiencia magnífica que supone hacer libros, a Marcella le parecía que estos llevaban demasiado tiempo y de forma muy lanzada se fue contactando con revistas, primero colombianas y luego internacionales con la idea de publicar notas sobre temas que involucran la cultura artesanal de América Latina. No sólo logró que la publicaran, sino que a raíz de estos artículos la UNESCO le otorgó el Premio al Fomento a la Artesanía.
Posicionando a la artesanía
Con el dinero del premio más otros aportes, diseñó y llevó adelante el proyecto 5x5 (cinco artesanos + cinco diseñadores). La primera edición del taller fue en Catacaos, Perú y participaron diseñadores y artesanos de los cinco países andinos (Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador y Bolivia). Cada dupla organizada por países, tuvo por primera misión recorrer el lugar, conectarse con las tradiciones y a partir de ahí realizar una transferencia cultural que transforme historias en productos. La experiencia fue espectacular. En esos primeros albores de internet, Marcella envía mails del proyecto a las grandes marcas internacionales entre ellas DKNY y Calvin Klein, contando el proyecto y pidiendo que miren la capacidad proyectual y productiva de Iberoamérica. Desde DKNY responden con mucho entusiasmo y le preguntan cuándo podría viajar a NY. Con muestras de los productos llega a las oficinas de la Donna Karan en Nueva York, pero descubre que quien había respondido el mail era una interna sin poder dentro de la compañía. Sin nada que perder Marcella reclama que la diseñadora la reciba y decide esperar en el lobby; la magia a veces sucede y así fue que la mismísima Donna Karan entra al edificio y no solo reconoce a Marcella sino que le explica que nadie le había avisado de su visita.
El encuentro se transforma en el punto de partida de un trabajo colaborativo en donde DKNY le propone lanzar su marca SURevolution como cápsulas. La reconocida diseñadora con su tienda en Madison Avenue, le dice que las cosas no se venden solas, que hay que poder contar la historia detrás de los objetos, recordemos que en la última década del milenio el mainstream era la producción industrializada y esta dupla de mujeres estaba poniendo en una vidriera en la ciudad más capitalista del mundo productos realizados por artesanos colombianos. Todo fue puro aprendizaje e incluyó un divorcio y una mudanza a Nueva York. La sofisticación de la artesanía ahora está muy de moda, pero en aquella época era considerado algo muy exótico en la industria. En la vida familiar de Marcella, se mezclaron la vida cosmopolita con las tradiciones y el arraigo, esa cotidianidad es la que logró capitalizar a través de la espontaneidad, la perseverancia y la transparencia.
Su proceso de intermediación, Marcella lo define como un acompañamiento a recordar y explica cómo en sus intervenciones sólo busca restituir la calidad de materias primas originales sin modificar los diseños ni las técnicas, por el contrario la búsqueda está en reivindicar los saberes ancestrales. A partir del trabajo con DKNY, Marcella fue convocada para realizar consultorías en temas de vinculaciones con comunidades de artesanos, por muchas otras marcas internacionales como Anthropologie, Crate and Barrel o Norlha entre otras. El trabajo requería poner en valor las diversas culturas, con sus particularidades sociales; considerar los temas ambientales, reivindicar el trabajo justo y transparente, en fin explicar que el trabajo artesanal no se puede empaquetar, que lo interesante es la puesta en valor desde la historia a contar, poniendo el foco en las especificidades; diferenciando entre apreciación y apropiación cultural.
¿Cómo surge XTANT?
En 2018, junto a Kavita Parmar, Marcella comenzó XTANT, su proyecto más personal hasta la fecha. Juntas han trabajado con muchas comunidades de artesanos en todo el mundo. Se trata de un encuentro mundial anual, una celebración del arte del saber textil patrimonial, organizado por ellas y que cuenta con el apoyo del gobierno de Mallorca.
A continuación, Marcella explica en primera persona cómo fue el surgimiento del evento anual que está convirtiendo Palma en un destino para todos los entusiastas del textil, coleccionistas, arquitectos, diseñadores de interiores, fabricantes y artistas de la fibra:
XTANT es lo que permanece. El nombre lo elegimos en oposición a extinct, cuya traducción es lo que desaparece.
Conocí a Kavita Parmar, mi socia, a través del proyecto IOWEYOU. Kavita creó el hashtag #WhoMadeMyClothes. Cada pieza lleva un código QR que conecta al usuario con el tejedor y el sastre que la ha confeccionado, lo que confiere autoría y autenticidad al consumidor final, un proyecto pionero en el uso de la tecnología para convertir las cadenas de suministro en cadenas de prosperidad. Sin más, empezamos a trabajar como equipo.
El sueño compartido fue armar un festival, que sea un híbrido entre una feria de pueblo y un Burning Man. El financiamiento de la primera edición, la única fuera de España, lo obtuvimos de Lincoln Motor Company. Además añade: Fue la única edición que se financió a través de esta modalidad, las siguientes ediciones se autofinanciaron.
Cada edición gira en torno a un tema, el de este año es: Raíces. Buscamos que el significado de esta palabra vaya más allá de la superficialidad, queremos descubrir cómo estamos interconectados. Raíz asociado a lo subterráneo, a lo que sostiene lo que se ve, raíz como estructura sobre la que está afincada la civilización y esto a su vez nos abre preguntas como ¿qué estructuras deben permanecer? ¿cuáles deberían caer? Vamos a tener instalaciones, presentaciones de artesanos, charlas, workshops y feria de productos. XTANT es un proyecto participativo, en donde buscamos presentar otras opciones para enfrentar el sistema del cual no podemos salir.
Foto de portada: Marcella Echavarría/Gentileza XTANT