Nuevos paradigmas

Maria Porro: "Más hogar y menos casa"

A sus 38 años, la nieta de Giulio Porro es la primera mujer en dirigir la Asociación Italiana de la Industria del Mueble y también asumió la presidencia del Salón Internacional del Mueble de Milán. Conversamos con ella sobre la agenda del Supersalone 2021 que se desarrollará entre el 5 y el 9 de septiembre.

Por Vivian Urfeig

30.08.2021

Cuando en 1925 los hermanos Stefano y Giulio Porro le pusieron su apellido a la marca de diseño que daba sus primeros pasos en la ciudad de Branza, no se imaginaron cómo seguiría el curso de la historia. A 96 años de aquellos muebles diseñados para la nueva burguesía milanesa, la familia Porro levantó un imperio que hoy es sinónimo de producción artesanal y encanto minimalista.

Maria Porro creció en el corazón de la industria que llevó la consigna del “made in Italy” a los primeros puestos. La nieta de Giulio asumió la dirección del departamento de marketing y comunicación de la empresa familiar y, desde el año pasado es la presidenta de Assarredo, la Asociación Italiana de la Industria del Mueble. Maria, de 38 años, no solo es la primera mujer en asumir este cargo sino que además suma un nuevo desafío: la presidencia del Salón Internacional del Mueble de Milán. El Supersalone se realizará entre el 5 y el 9 de septiembre y celebra la 60° edición de esta plataforma internacional de diseño y tendencias. El evento es uno de los más esperados a nivel global, ya que la organización dio vuelta la página al diseñar una agenda totalmente novedosa.

Nacida en Como en 1983, licenciada cum laude en Escenografía en la Academia de Bellas Artes de Brera, Porro conoce los entretelones de los grandes eventos. Entre otros, participó en las producciones de las ceremonias de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Sochi 2014. Ahora tiene entre manos una puesta escenográfica de gran impacto internacional: el show del Salón del Mueble, una superproducción cuyo guion anticipa sostenibilidad ambiental, papel proactivo en la definición de las reglas que rigen el sector, desarrollo de nuevas tecnologías, apertura hacia el mundo académico y el impulso a la cultura digital.

Gentileza Maria Porro.

¿Qué estrategias se incorporan al Supersalone en términos de diversidad e inclusión en el diseño?

Esta edición levantará el telón con el acento en la transversalidad del diseño, las perspectivas de futuro y el compromiso verde, con el foco puesto en el reciclaje de los materiales utilizados para los sectores expositivos, a fin de evitar la emisión de CO2. En números, el Supersalone alojará a 423 marcas y 50 diseñadores independientes. Pero además, 170 proyectos de 48 escuelas de diseño internacionales, 110 sillas premiadas en los icónicos Compasso d'Oro y una instalación de 200 árboles de ForestaMi. El proyecto conocido como “Milán Verde” prevé la plantación de 3 millones de árboles para 2030. Y este será el comienzo.

¿Cuáles son las herramientas previstas para que el Salone digital conecte a la comunidad de diseño todo el año, no solo esa semana?

En primer lugar, la nueva plataforma digital es una combinación de diferentes contenidos y servicios integrados, diseñados para captar el interés general e impulsar la interacción y la conexión con toda la comunidad de diseño. El objetivo de la herramienta, un activo real del evento, es dual: amplificar la influencia y liderazgo del Salone y continuar apoyando su dimensión física desde un punto de vista estratégico, comercial y comunicativo. Por otro lado, crear valor y convertirse en un motor de negocio para las empresas expositoras, potenciando la visibilidad, multiplicando métodos y plazos para conectar con sus objetivos y capitalizar los servicios ofrecidos. A su vez, la curaduría del contenido asegurará que también se pueda involucrar la comunidad de diseño que no haya podido viajar por las restricciones vigentes.

¿Cuál fue el rol del diseño durante la pandemia? ¿Es fundamental el contacto presencial para atravesar la experiencia del mundo del diseño?

El diseño ayudó mucho durante estos últimos meses tan difíciles. El hogar se convirtió en más “hogar” y cada vez menos en “casa”. Un universo acogedor donde refugiarse del exterior estando cómodo y rodeado de tus muebles y objetos. Esta nueva sensación permitió revalorizar espacios de trabajo, juego y relax. La armonía que cada uno desarrolló en estos espacios se valió del diseño, que promovió la conexión con la belleza y destacó su valor funcional en el contexto de un año tan horrible. Estoy segura que la experiencia de diseño solo se puede completar mediante el contacto físico con los objetos. Hay que tocarlos para experimentarlos con el fin de comprender la verdadera esencia de una silla, una lámpara, un sofá o una cama.

¿Creés que cambió la relación entre las personas y los espacios públicos y privados?

Este año en particular nos obligó a redescubrir la importancia del espacio doméstico de la casa y, en este sentido, a reconsiderar el valor de la calidad de vida de los lugares. La experiencia del hogar es universal, une a todas las personas en todos los países del mundo, pero cada hogar es diferente a todos los demás, es único. Al mismo tiempo, nuestra percepción de los espacios públicos ha cambiado drásticamente, y ahora apreciamos espacios cada vez más amplios y con poca gente, donde es posible controlar el movimiento de la gente y reunirse de forma segura gracias a la presencia de áreas al aire libre. En ambas situaciones la calidad marca el rumbo. No sólo de los materiales o las superficies, sino también la calidad de la organización de los espacios porque es la diseño de los espacios y el mobiliario los que influyen en la percepción de los mismos.

¿Cuál es su opinión sobre el papel actual de la mujer en la industria?

Soy la cuarta generación y la primera mujer en dirigir mi empresa familiar, pero veo lo mismo en muchas otras y también estoy rodeada de un maravilloso grupo de mujeres en puestos de liderazgo en la asociación Assarredo. Estoy acostumbrada a situaciones en las que soy la única mujer y la más joven. Todos me preguntan cómo me siento al ser la primera mujer presidenta del Salone. Me siento honrada y responsable, pero no desde la prerrogativa masculina o femenina. De todos modos, estoy feliz de romper una rutina y representar la innovación e inclusión.