Portrait

Michel Laub: "Me encantaría que la literatura tuviera el poder de hacer ruido"

Además de ser uno de los nombres más relevantes de la literatura brasileña contemporánea, Michel Laub es también uno de los escritores más productivos de la escena cultural en la actualidad

Por Juliana Nogueira Passos

09.04.2020

El escritor Michel Laub no puede quejarse de la suerte que le tocó: “Mi vida es leer y me pagan por hacer lo que a mí me gusta”. El Gaúcho (así es como se les dice a los oriundos de Rio Grande do Sul, el estado más austral de Brasil) es abogado de formación y se fue a vivir a San Pablo para desarrollar una carrera en el periodismo. Trabajó en los diarios Folha de São Pablo y O Globo, pero la labor de redactor quedó relegada a medida que su nombre ganó espacio en la escena literaria. Tiene publicadas seis novelas, entre ellas la premiada Diario da Queda (2011), A Maça Envenenada (2013) y O Tribunal de Quinta-Feira (2016). Sus escritos fueron publicados en 13 países y 10 idiomas. Como si fuera poco, su séptimo libro está a punto de salir del horno

A pesar de su prolífica carrera como escritor publicado, Laub extraña el intercambio y el trato cotidiano con otras personas que vienen aparejados con la labor periodística. “El proceso de creación es solitario”, explica. Su rutina de trabajo, de ocho horas diarias, se desarrolla en su casa, en el barrio de Pinheiros. Gran parte del tiempo lo dedica a trabajar en su nueva novela, protagonizada por un par de hermanos, que en determinado momento de sus vidas deben distanciarse.

Laub utiliza sus novelas para registrar distintos movimientos sociales. A maçã envenenada transcurre en los ‘90, durante el auge de Nirvana y las bandas grunge de Seattle, y toca hechos reales que se desarrollaron en esa época, como el suicido de Kurt Cobain o el genocidio de Ruanda. Después, O Tribunal de quinta-feira (El tribunal de jueves) aborda el surgimiento del SIDA en la década de los 80 y el tema del linchamiento virtual, con una serie de emails intercambiados entre dos amigos que acaban filtrándose, causando un desastre en otras relaciones. La historia que está escribiendo ahora tiene como telón de fondo el momento político actual de Brasil.

Diario da Queda (2011), A Maça Envenenada (2013) y O Tribunal de Quinta-Feira (2016). Sus escritos fueron publicados en 13 países y 10 idiomas. Edición Companhia das Letras

Para él, siempre fue difícil hablar sobre política o economía. “Creo que cuando era más joven encaraba estos temas con cierto cinismo. Con el paso del tiempo me empezó a importar y a indignar más”, afirma Laub. Hablar de algo que ocurre en este momento no intimida al autor. “Me encantaría que la literatura en general tuviera el poder de hacer ruido. Por un lado es frustrante pero, al mismo tiempo, es liberador”, explica. Sin embargo, él cree que la televisión y el cine todavía logran promover la reflexión, a pesar de que las redes sociales son el verdadero territorio de debate y de las más exacerbadas peleas: “La persona cree en algo, hace un posteo, consigue unos cuantos likes y eso la envalentona para ser más incisiva en la próxima publicación”. A los 46 años, Laub se encuentra en discusiones que en un momento pensó inimaginables, pero cree que la interacción se hace necesaria dada la magnitud de los “absurdos” que se leen por ahí.

En un momento, Laub se dedicó a leer a todos los autores alemanes y rusos, o solo focalizaba su atención en un determinado género. En la actualidad, cree que los clásicos como Machado de Assis y Guimarães Rosa ocupan un lugar incondicional en su vida y sus elecciones son más aleatorias que en su juventud, a la vez que las direcciona en función de las demandas profesionales: “Hoy, por ejemplo, incluiría a Natalia Ginzburg en cualquier lista de favoritos”. Sobre literatura latinoamericana cuenta que le gusta mucho Borges, que leyó bastante a Roberto Bolaño y que se divirtió con Sabrina Love de Pedro Mairal. A la vez, considera a Agatha Christie una de sus referentes principales: “Aunque la tratan como una escritora menor, su forma narrativa me influenció mucho como autor”.

Laub sigue escuchando radios AM para enterarse de las noticias y no sucumbe ante la moda del podcast. Sin embargo, deja YouTube de fondo cuando cocina u organiza algo, pero con algún programa de entrevistas viejas, como Roda Viva de la TV Cultura: “Para mi, ese es el mejor podcast”. Sobre música, afirma que hoy el lugar del rock, tan presente en su vida hasta los 25 años, lo ocupa la música popular brasilera: “Me gusta Caetano Veloso, en especial su producción de los ‘70”.

Rodeados de un repertorio tan rico y diverso, anhelamos también la tranquilidad. “Necesito dosificar los estímulos”, afirma Michel Laub, el escritor que valora mucho el silencio.