Cuidar de la obra de su padre el artista Julio Le Parc y gestionar exposiciones en los mejores museos y fundaciones, llevar a bien relaciones con gobiernos, estados, funcionarios, políticos y coleccionistas. Y además consultar con los médicos detalles de su estado de salud, chequear cuestiones atinentes al proceso creativo. Yamil Le Parc está al frente de la carrera de Julio Le Parc, una de las figuras más icónicas en el campo de las artes visuales experimentales y repasó con The Praxis Journal la relación cotidiana y los últimos proyectos del artista.
Por Vivian Urfeig
09.08.2024
Sol, una escultura monumental
Es la obra más importante, en tamaño y escala, que desarrolló el referente del op-art en Buenos Aires. En el Aeropuerto Ezeiza, la gran esfera dorada flota sobre la terminal de partidas, para despedir bajo esta puesta escenográfica a los pasajeros bajo los destellos del homenaje a la bandera argentina, una metáfora visual que se termina de componer con los distintos tonos del cielo que atraviesan la gran pared de vidriados.
“Inicialmente, el proyecto se concibió en un tono amarillo traslúcido, pero se decidió que debía ser dorado para darle más presencia y durabilidad”, explica Yamil Le Parc, artista cantante de Tango, además de representante y director artístico de la obra de Le Parc. La esfera que demandó 5 años de producción y solo cuatro días de colocación es, para Yamil, una “obra patriótica”. Pesa dos toneladas, mide diez metros de diámetro y diecinueve de alto y cuenta con una trama de 2913 piezas de acero inoxidable espejado. “Entre cuestiones artísticas, legales y de producción –los materiales vinieron de China-- la esfera se tomó su tiempo para brillar”, apunta, y lamenta que su padre, de 95 años, no haya podido asistir a la inauguración. “Siguió todos los pasos, milímetro a milímetro, en vivo por videollamada. Sus médicos le desaconsejaron viajar”, dice sobre el artista que vive y trabaja en París desde 1958, cuando gana la beca del Servicio Cultural Francés. Allí en 1960 creó el GRAV Grupo de Investigación de Arte Visual y comenzó a desarrollar los primeros ensayos sobre la luz, “Lo veo muy bien, con una voluntad enorme para seguir creando. Está muy activo y encontró su propio ritmo para trabajar. El diálogo constante entre ambos fomenta una dinámica padre-hijo con sus propias reglas: Yo propongo proyectos, él decide y diseña siempre, es su propio curador. Cuando le propuse que la esfera fuera dorada me dijo que nunca había diseñado en ese tono. Siempre hay una primera vez, le dije. Y aunque el render original fue en plateado, lo cambiamos al dorado para simbolizar el sol de la bandera argentina y funcionó perfecto”, relata Yamil sobre el backstage creativo, los intercambios iniciales.
Entre las primeras aproximaciones al mundo de los móviles, 1960 es el año que marca aquellos inicios. “Me di cuenta, casi de inmediato, que podía experimentar, de forma independiente, los mismos problemas que me preocupaban en aquel momento, es decir, la múltiple variedad de situaciones en una misma experiencia. Las nociones de movimiento, de inestabilidad y de probabilidad se me aparecían de forma muy clara”, describe el artista en un texto de 1971 que está publicado en su página web. Allí se extiende sobre sus piezas emblemáticas, las obras que incorporan elementos del exterior, como la luz, el aire, el espacio y la mirada del otro en su materialidad. Una invitación a contemplar y transformar esa experiencia creativa.
Varias obras de la serie Continuels móbiles de Le Parc pasaron y se instalaron en el país. Además del Sol, hay otras esferas que pueden visitarse actualmente y son emblemáticas, como la de color azul en el hall central del CCK, o la roja, en el Centro Cultural JulioLe Parc en Mendoza. También, una esfera de acero espejado que domina la sede del Banco Galicia del centro porteño.
Una vida entre el arte, la gestión, los viajes y el tango
Yamil nació y vive en París, vivió cinco años en México otros cinco en España, viaja seguido a Buenos Aires y a muchos países para organizar grandes exposiciones o instalaciones de obras de Le Parc. Grabó tres discos y dio conciertos con orquesta en espacios emblemáticos como la Usina del Arte, el Centro Cultural Kirchner, con la orquesta de la Universidad de Cuyo - UNCUYO. Enfocado en el cuidado del legado paterno, Yamil confiesa: A veces pienso que en el fondo todo lo que hago en Argentina es porque tenía que haber nacido aquí, pero nací y me crié en Francia. Aunque mi educación y cultura es francesa, me siento argentino y considero a Argentina como mi país más que a Francia. Necesito de este realismo mágico que hay aquí, energías que aparecen, seres que surgen para ayudarte a llegar donde quieres. En Europa es más difícil dice. Fanático de la música y en especial de la música latinoamericana, grabó un disco tributo a Astor Piazzolla y lo presentó en varias ocasiones con la orquesta de la Universidad de Mendoza, la ciudad donde nació Julio Le Parc. “Somos muy queridos allá, disfruto mucho cada vez que viajo. Me gustaría desarrollar un espacio dedicado a la historia y la obra Le Parc en Mendoza, hay un proyecto en gestión que podría llegar a ser un éxito”, anticipa.
Julio Le Parc nació en Mendoza, es el segundo hijo de una familia obrera (su padre era ferroviario). Pasó su infancia en Mendoza y allí fue donde empezó a dibujar: mapas y retratos fueron sus primeras obras. Hoy, junto a su otro hijo, Juan, artista digital, investiga las posibilidades de la Inteligencia Artificial y los alcances de las obras de arte tokenizadas, los NFT, que cuentan con certificados de autenticidad.
“Nos emocionamos mucho cuando se instaló la esfera en la nueva terminal de Ezeiza. Tanto Julio como yo volver a Argentina siempre representa algo muy especial. Tenemos acá nuestro corazón, nuestra historia, nuestras raíces al resguardo de un legado único”.
Foto de portada: Julio y Yamil Le Parc frente a la esfera Azul del CCK, Buenos Aires, Argentina. Gentileza Atelier Le Parc.