Un proyecto descomunal. Una experiencia artística que funciona como puentes múltiples e interpela todos los sentidos. Un vuelo literal que entrelaza el reclamo ambiental de la comunidad de Salinas Grandes al mismo tiempo que convoca un público nuevo y atípico: los fans de la banda surcoreana de K-pop BTS, encolumnada en la defensa de la tierra. Mix de voces y sensaciones.
Por Vivian Urfeig
07.02.2020
Tomás Saraceno, artista argentino radicado en Berlín, es el piloto del ambicioso proyecto llamado Vuela con Aerocene Pacha. En diálogo exclusivo con The Praxis Journal, repasó el origen de esta enorme escultura voladora que se elevó en la inmensidad del salar jujeño. Por primera vez en la historia un ser humano pudo flotar en el cielo impulsado sólo por el sol y el aire, sin combustibles fósiles, paneles solares, baterías ni helio. Este récord mundial se registró el 26 de enero y formó parte del proyecto inédito ConnectBTS, curado por el director de arte Daehyung Lee, que involucra a reconocidos artistas de Berlín, Nueva York, Seúl y Buenos Aires reunidos en torno a la filosofía de la boy band surcoreana que en 2018 facturó solita el 0,3 % del PBI y en Argentina tiene el club de fans más numeroso del mundo.
Tirar de la cuerda: Saraceno registra el momento con su propio celuar. La secuencia forma parte de uno de los documentales que se pueden ver en el CCK
La previa al vuelo que se transformó en un hito le dejó a Saraceno una cicatriz indeleble: durante una prueba cayó desde 20 metros de altura. Después de dos cirugías y ocho tornillos en la espalda volvió a caminar y no se dio por vencido: realizó residencias científicas en la NASA, el MIT y el CNES en Francia para desarrollar una nueva generación de esculturas voladoras seguras y funcionales, a partir de una membrana especial ultrafina. Desde 2015 voló en estas esculturas, pero siempre atado a la Tierra. En Salinas Grandes cortó la cuerda por primera vez. La emoción infinita, las lágrimas y aplausos marcaron el antes y el después: fue el primer vuelo libre de Aerocene Pacha y lo comandó Leticia Márquez, piloto profesional, ante más de 500 testigos, entre ellos, varios integrantes de las comunidades indígenas que fueron parte de las celebraciones por el lanzamiento. Pacha enfatiza el concepto andino del cosmos que conecta lo que se encuentra debajo de la superficie terrestre con los confines más lejanos del universo, uniendo espacio y tiempo.
Compromiso: Tomás Saraceno encabeza la misión de solidaria con 33 comunidades indígeneas de la región, cuyas tierras fueron contaminadas por la explotación del litio
¿Cómo viviste el día que despegó el globo y voló sobre Salinas Grandes?
Fue emocionante. Todo empezó a las 6.30 de la mañana mientras despuntaba el sol. Hacía frío, alrededor de 10 grados. La comunidad local nos preparó un desayuno a base de pan dulce, mate y té de hierbas que contrarrestan los efectos de la altura (más de 3600 metros sobre el nivel del mar). También organizaron una ceremonia para bendecir los cuatro elementos, sol, tierra, agua y fuego, un ritual de agradecimiento a la Pachamama. Y lo sentí así, ya que los días anteriores hubo tormentas e inundaciones. En procesión, nos dirigimos hacia la escultura que ya se levantaba por el calor del sol. Leticia, la piloto, logró elevarse en el aire. Primero fueron unos pasos, hasta que finalmente subió a 173 metros. Se movía con el viento y, al mismo tiempo, se convertía en viento. Sonaban quenas y también las canciones de los BTS, interpretadas por las fans que viajaron para el lanzamiento.
¿Cuál es tu compromiso con las comunidades y cómo se incluye en este proyecto?
Esta fue una utopía alcanzable y un desafío para conectarnos y cambiar nuestros hábitos, no nuestro clima. La solidaridad con las 33 comunidades indígenas de la región que piden a gritos detener la explotación de litio es clave: el agua se está contaminando por el proceso de la minería de litio. Una sola tonelada de litio requiere hasta dos millones de litros de agua. Por eso el globo se elevó con la consigna “El agua y la vida valen más que el litio”. Lo imposible puede ser posible si nos atrevemos a ver y sentir nuestro mundo de nuevas maneras. Pacha es un recordatorio de nuestra interconexión como seres terrenales y de nuestros destinos compartidos con el planeta y todo lo que coexiste dentro del reino terrestre.
Conformaste un equipo interdisciplinario y colaborativo, ¿quiénes lo integran?
Se trata de construir comunidades y aprender nuevas perspectivas, por eso invité a Verónica Chávez de Tres Pozos, Rubén Galián de Inti Killa de El Moreno, Lali Chalabe, abogada de las comunidades de Salinas Grandes, la socióloga Maristella Svampa, especializada en derechos indígenas. Y también a distintos cineastas que registraron el vuelo a través de diferentes miradas y perspectivas: el que levanta la carpa en medio de las salinas, la piloto, las fans. Y gracias a este espíritu colaborativo logramos el objetivo común. Si queremos cambiar el mundo tenemos que hacerlos juntos.
¿Cómo sigue el proyecto?
Esperamos reunirnos en dos años para realizar el Festival del Aire en Salinas Grandes, volar esta escultura otra vez como gesto simbólico y transmitir un mensaje de unidad: el de la creatividad y la cooperación para un mundo de relaciones geopolíticas tumultuosas, recordando siempre el vínculo simbiótico entre la tierra y sus especies.
Búnker: el equipo de Aerocene instaló una carpa que se transformó en el centro de operaciones del proyecto artístico
Tomás Saraceno volvió a acaparar el asombro del mundo artístico. Ya lo había conseguido en la muestra Cómo atrapar el universo en una telaraña (Buenos Aires, 2017), Clouds (terraza del MET, Nueva York, 2012) y On Air, en el Palais de Tokyo, París. Artes visuales, arquitectura, ciencias naturales y sociales. Los cuatro ingredientes de una receta en constante transformación.
Leticia Márquez, piloto del vuelo
Cómo y dónde ver Vuela con Aerocene Pacha
La proyección de los documentales se puede ver gratis en el Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151) hasta el 22 de marzo
