Trending topics

Feria MADE: un encuentro que pone en valor el diseño

La exposición anual celebrada en San Pablo cumplió 10 años. Su curador y fundador, Waldick Jatobá, la describe como pionera porque "fue el primer proyecto que vinculó el mercado del arte y el diseño de Brasil y América Latina".

Por Vivian Urfeig

07.06.2022

La feria MADE (Mercado Arte Design) es una de las convocatorias de San Pablo que reúne a profesionales, artistas y diseñadores de toda la región latinoamericana. El 10° aniversario de la iniciativa, celebrado durante la semana pasada, funcionó como una plataforma cultural en la escena paulista. Con la participación de 80 figuras curadas por un comité evaluador, MADE postula en esta edición una reflexión sobre los nuevos abordajes del medio ambiente.

El desarrollo y la curaduría de MADE 2022 ponen el foco en promover el intercambio de arte y diseño de distintos rincones. Desde distintos rincones de Brasil, como Ceará, Bahía y Minas Gerais, hasta regiones como Piauí y Santa Catarina, el enfoque está puesto en el diseño contemporáneo. Waldick Jatobá, curador y fundador de la feria, nos explica: “La idea es crear una escenografía a modo de puesta museográfica donde el universo creativo se potencie con las historias de los propios protagonistas”. Entre otros participantes, figuran obras de Atelier BAM Design, Alva Design, André Grippi, Giacomo Tomazzi, Luisa Attab, Luiza Caldari, Sofia Venetucci, Vinicius Siega, y Miriam Loellmann. Del jurado de selección destacan Cláudia Moreira Salles, Marcio Kogan, Pascale Mussard, Mauricio Eugenio y Corinna Sagesser.

Alva Design. Gentileza MADE.

Con el objetivo de reunir contenidos de calidad a través de exposiciones e instalaciones en un espacio colectivo, Jatobá y su socio Bruno Simões apuestan a la expansión del diseño y la revelación de nuevos talentos que fomenten producciones originales y disruptivas. Conversamos con Jatobá sobre algunas de las claves de esta edición.

¿Cómo evalúa estos 10 años de MADE? ¿Cuál considera que es su diferencial?

MADE ha contribuido significativamente al diseño nacional y se destaca por introducir el criterio de autoría en la exposición. Antes era muy común que no encontraras diseño de autor en Brasil, que las piezas se copiaran o se inspiraran en modelos extranjeros. De este problema nació MADE, con el propósito de mostrar al autor que hay detrás de la obra. La investigación material, la experimentación y la poesía en cada creación definen la identidad del diseño no solo de Brasil, sino de toda la región. Necesitábamos un espacio para contarlo y mostrárselo al mundo.

¿En qué consiste el aspecto poético de un diseño?

Las obras vibran, reflejan conceptos, narran situaciones más allá de la estética. La historia de una pieza de diseño está muy ligada a la creación de una obra de arte contemporánea. Y MADE, en cierto modo, provocó y desafió a los autores. Reconfiguró el valor de un objeto o una pieza de mobiliario para convertirla en un objeto escultórico con una función en términos de usabilidad: sentarse, comer o dormir también pueden ser entendidos desde una funcionalidad artística.

¿MADE funciona como un puente entre artistas, diseñadores y el público? ¿Por qué?

Todos los proyectos de MADE crean ese puente entre el arte y el diseñador. Al público en general le gusta observar qué hay detrás de esa creación, qué material se eligió, cuál es la historia que encierra en sí misma esa pieza. Las técnicas aplicadas, los procesos artesanales o las tecnologías incorporadas hablan de las artes pero también de los oficios, de las personas detrás de los desarrollos. Entonces surge la emoción. Y ahí es donde MADE cumple un rol clave: acerca al público el verdadero ADN del autor. El puente, entonces, se cruza de a dos, se genera una interacción única. Pura identidad.

¿Cuál es el papel de MADE en términos de identidad latinoamericana?

El de pionero, porque fue el primer proyecto que hace 10 años vinculó el mercado del arte y el diseño de Brasil y América Latina. Fue la punta de lanza de otros desarrollos. MADE asume el rol de unir, catalizar y provocar intercambios.

¿Cuáles son los tres ejes más importantes de esta edición y los nuevos enfoques?

La innovación llega de la mano de la localización: estamos en un estadio de fútbol que fue una de las sedes de la Copa Mundial de Fútbol en 1950, el Pacaembú, un ejemplo de auténtica arquitectura deco de San Pablo (proyectado por Lúcio Costa). En esta línea nos inclinamos a poner en diálogo piezas de Janete Costa de los años 60 y Lina Bo Bardi de los años 70, arquitectas emblemáticas, cuya obra invitan a reflexionar sobre la disciplina. Armamos la expo a modo de museo, una propuesta que luego de la pandemia consideró aplicaciones digitales, enlaces y códigos QR para facilitar el intercambio. Nos reinventamos y generamos nuevos canales de diálogo.

Spinne Chair de Julia Krantz. Gentileza MADE.

-
Entre lo más destacado de la exposición se encuentra la línea Amparo, un proyecto que rescata la investigación de la obra de Costa. En este sentido, las piezas reeditadas cuentan con la dirección creativa de Rodrigo Ambrosio que seleccionó colecciones de sofás emblemáticos que fueron protagonistas de hoteles y edificios residenciales. “Janete no tenía límites creativos”, apunta Ambrosio.

Además, el desarrollo del estudio Alva, que reinterpretó las nuevas formas de habitar a partir de una línea de bancos y escritorios que admiten usos en interiores y exteriores. Entre las exploraciones materiales, el contenedor de Carol Gay aporta la investigación y los límites que soporta el vidrio soplado y la deformación de la piedra tradicional. Por su parte, Rodrigo Silveira explora la transformación que sufre un árbol hasta convertirse en un objeto utilitario clásico: una silla. Julia Krantz también indaga sobre las posibilidades de esta tipología, resolviendo en una pieza escultural una silla ergonómica.