04.11.2019

Redacción TPJ

Indiscutiblemente Londres se ha convertido en el epicentro mundial de arte, música y diseño. La cultura forma parte de su ADN, y todo lo que nos propone, suele ser brillante, innovador, interesante. El London Design Festival representa un buen ejemplo de cómo atraer de manera inteligente, y actualizada, a una gran cantidad de público que asiste en busca de las tendencias del diseño.

Aunque oficialmente duró nueve días, la ciudad explotó de propuestas todo el mes de septiembre, a través de las siguientes movidas: London Design Fair, 100% Design, Focus/19 y Designjunction, que fueron distribuidas en sus once distritos.

Según el sitio The Ecologist, todo estuvo muy bien organizado, con mapas realizados en papel reciclado ubicados en cada una de las áreas de interés, sumado a una cantidad importante de voluntarios que asistieron a los visitantes.

El diseño en primer plano

Dentro de 100%design, que fue realizado en el predio Olympia, de la zona de Hammersmith, se llevó a cabo Material Studio, una exhibición de 29 materiales innovadores, realizados por diseñadores y empresas de todo el mundo. La iniciativa se basó en temáticas de la actualidad, tales como la polución ambiental, el desperdicio industrial y el ahorro de energía, entre otros temas. Una propuesta muy interesante.

En la zona de King's Cross se desarrolló la novena edición de DESIGNJUNCTION, comprendiendo 200 marcas internacionales, y sumando Canopy Market (Mercado del Pabellón): 70 pop-ups, de exhibición y venta de marcas nuevas que abarcaron desde accesorios de moda, tecnología, cerámica, y cristalería.

Situada en la zona de Shoreditch, al este de Londres, la feria Design Fair reunió alrededor de 500 expositores de 40 países. Este año, en alianza con la revista ELLE Decoración, se presentó The Bathroom Gallery (Galería del Baño), con el aporte de reconocidas marcas, como Laufen y Roca.
King's Cross, nuevo destino de diseño.

Al noroeste de la ciudad, en los alrededores de la estación King's Cross, se desarrolló un circuito, conocido como el nuevo Silicon Valley londinense, ya que se instalarán allí las oficinas de Facebook y otras empresas de tecnología. Coral Drops Yard, recientemente inaugurado es un centro cultural, shopping y espacio de arte.

Tom Dixon, reconocido diseñador bretón, montó allí, no solo sus oficinas, sino también su tienda de muebles e iluminación, la que fue transformada en un laboratorio experimental a través de la instalación TouchySmellyFeelyNoisyTasty (algo así como Tocar, Oler, Sentir). Un guiño a los sentidos, a través de instalaciones realizadas con tejidos naturales, luces, altavoces, velas y fragancias.

Steinway Haara, lámpara diseñada por Cameron Design Studio junto a Steinway & Sons UK, fabricantes de los mejores pianos del mundo.

Museo Victoria and Albert: epicentro de arte y cultura

El V&A ofició como uno de los edificios centrales del festival. Albergó en su espaciosa construcción, más de 80 eventos, talleres, conferencias, proyectos especiales e instalaciones, apuntadas a la democratización del diseño, y cuyo objetivo fue el de inspirar a las nuevas generaciones.

Para destacar: el proyecto Legacy (Legado) concebido entre la asociación maderera de exportación y el director del Festival, Sir John Sorrel, que invitó a un grupo de diseñadores internacionales a crear diez instalaciones, con madera de roble rojo americano reciclada, de las cuales nueve fueron exhibidas en el museo.

Aunque lo más destacado en el museo construido por la Reina Victoria estuvo a cargo del arquitecto japonés Kengo Kuma, con su instalación Bamboo Ring: weaving into lightness, (Anillo de bambú, tejiendo hacia la liviandad) que fue ubicado en el jardín interior del museo.

Please Be Seated, instalación de gran escala realizada por Paul Cocksedge que representa el espíritu cambiante de la comunidad londinense, fusionando innovación y tecnología.

Premios al Diseño

Dentro del marco del LDF, el pasado 16 de septiembre también se celebró The British Land: Celebration of Design (Celebración del diseño británico) con el fin de premiar el aporte de personalidades de la industria, y el de los nuevos talentos. Los ganadores fueron: Tom Dixon, mejor diseñador; Daniel Charny recibió el premio a la Innovación; Ross Atkins, talento emergente, y el galardón a la trayectoria, se lo llevó la diseñadora de moda Vivienne Westwood.

Ben Evans

Como cofundador del LDF, Ben Evans, Caballero de la Orden del Imperio Británico, es una de las personalidades más influyentes del diseño británico y un apasionado en difundir el talento y la excelencia creativa de la ciudad. En sus propias palabras, “el expertise de Londres, es insuperable. London Design Festival es una plataforma pensada para que el talento creativo pueda expresar sus ideas, y la variedad que aportan los diferentes destinos, son el reflejo de todo lo que nuestra ciudad tiene para ofrecer”.