Nuevos paradigmas

Alberto Lucas López: "La infografía persigue el objetivo de impulsar el impacto emocional de la audiencia"

Conversamos con el infógrafo al frente del departamento de Nuevas Narrativas de National Geographic.

Por Vivian Urfeig

29.04.2022

Alberto Lucas López es infógrafo, un oficio periodístico que opera como una metáfora de datos, en búsqueda constante por interpretar la realidad. El periodista y artista español está al frente del departamento de Nuevas Narrativas de National Geographic. Para él, la máxima que define a la infografía es “periodismo con mayúsculas”. Recibió más de 50 premios internacionales y 12 medallas Malofiej, el premio considerado como el Pulitzer de la Infografía. Impacto emotivo, estética y mensaje claro, las claves de su trabajo.

Retrato de Alberto Lucas López. Gentileza.

La articulación entre la ilustración, el arte y las herramientas de la infografía resultan en un producto de gran armonía visual. ¿Cuál es el equilibrio entre las disciplinas y cómo decidís la aplicación de distintas técnicas?

La infografía nació como herramienta al servicio de una labor informativa documentada. Una representación plástica de una verdad desde un plano no artístico. Y es así como el ámbito científico y más recientemente el periodístico, la hicieron suya para comunicar las informaciones más complejas. Representa la realidad a través de los datos utilizando unos códigos de interpretación conocidos por autor y receptor. En un contexto periodístico, esta representación debe crecer dentro del marco de la documentación, como dictan los fundamentos de la divulgación de noticias. Pero, ¿dónde está el límite de esa objetividad que se le exige a la infografía periodística si cualquier trabajo plástico, desde el que se construye toda infografía, conlleva cierto grado de sensibilidad? ¿Es la estética antagonista de la objetividad? Jaime Serra (ex editor de infografía e ilustración del diario La Vanguardia) describe como la mejor infografía "aquella que convierte en ética la estética. Es decir, aquella que por la imagen y el diseño se convierte en información que amplía el tema. Existe un límite claro: el tratamiento gráfico no debe conspirar contra la precisión y la claridad de compresión de la información que toda infografía contiene". Así, la estética es acción fundamental para alcanzar el efecto de divulgación que asume la infografía. La forma como fondo. Toda infografía periodística expone cuestiones documentadas interpretables desde una visión objetiva.

¿Hay una búsqueda por generar impacto emocional en los lectores?

Con estas premisas nos topamos con una infografía descriptiva, construida sobre información veraz, que hace uso de la estética para que el receptor alcance nuevos planos interpretativos. La infografía, entonces, persigue un objetivo: impulsar el impacto emocional de la audiencia, generar una reacción crítica. La elección del tratamiento artístico que empleo en cada proyecto obedece a la estética que mejor me permita transmitir el mensaje que busco compartir.

Infografía sobre los cantos de las ballenas publicada en National Geographic. Gentileza Alberto Lucas López.

Cada vez es más importante la representación gráfica para abordar la información. ¿Cómo creés que evolucionó la comunicación visual en los medios periodísticos durante los últimos años?

Los periodistas continuamos ahogados en las remanidas 5W: Who, What, When, Where y Why (Quién, Qué, Cuándo, Dónde y Por qué), una suerte del ABC de las escuelas de periodismo. Todas y cada una de ellas circunstanciales, alejadas y en tercera persona. Esas preguntas olvidan el yo y las circunstancias que me rodean que, claramente, han cambiado. Estamos bombardeados por noticias, opiniones, imposiciones de dudosa veracidad. Quizá sea porque a la audiencia ya no le importa tanto el cómo ni el por qué, sino el quién y su contexto en tanto se sienta identificada. Pablo Corral Vega (fotoperiodista ecuatoriano) dijo que “es imposible identificarse con los otros, los ajenos y distantes. Pero cuando una historia logra convertir a ese otro impersonal en un ser humano de carne y miedo, un ser que tiembla y goza y desea y celebra, el periodismo vuelve a ser necesario, urgente y relevante”. Esta es la intención de la infografía que pretendo crear. Motivar, provocar y compartir historias. Transformar el relato de una tercera persona hasta convertirlo en primera. Un estilo emocional, que golpee al lector no sólo desde la comprensión sino desde la empatía.

¿Cuáles son las estrategias que aplicas en National Geographic para lograr este impacto emocional?

Una de las tradiciones teóricas más arraigadas del periodismo considera a los medios de comunicación creadores de opinión gracias al privilegio que ostentan de poner el foco las historias que consideran oportunas. Como parte de esta maquinaria de opinión, la infografía ocupa un lugar relevante en una sociedad cada vez más inmersa en la cultura de la imagen. Conocedores de esta realidad, en National Geographic apostamos a la infografía de respuesta emocional, la que trasciende el debate alrededor de ciertas temáticas. Así, la misión es crear consciencia sobre problemáticas humanas que impulsen al lector a tomar medidas para contrarrestarlas.

¿Cómo cambia el criterio según un medio gráfico y otro online?

En nuestra redacción no hay distinciones, trabajamos en paralelo para el papel y el soporte digital. Aunque compartan temática, los storytelling se plantean diferentes según la plataforma. Esta decisión genera un beneficio: ante un mismo proyecto, dependiendo la plataforma consultada, el lector va a encontrar dos infografías diferentes, con narrativas y niveles de información distintos.

¿Cómo es la interacción entre el infógrafo, el diseñador gráfico y el periodista? ¿Cómo logran un equilibrio?

Es una buena pregunta, no tengo respuesta. Mi posición es algo diferente a la de muchos otros infografistas. Estudié periodismo (en la Universidad de Navarra) y ejerzo como tal en cada uno de mis proyectos. Esto me lleva a realizar todo el proceso: desde la propuesta de la temática y el acopio de información, hasta el arte final. Es habitual, dentro del mundo del diseño, que el infografista trabaje con periodistas que se encargan del aspecto editorial y diseñadores gráficos o artistas que desarrollen el arte final. En mi caso esas interacciones no existen. Aun así, en muchas ocasiones no soy capaz de conseguir el equilibrio interno. Soy propenso a dudar de cada paso que doy y reformular todo una y otra vez. Sin duda, el gran beneficiado de este caos interior es el resultado final, que sorteó cientos de obstáculos autoimpuestos.

Infografía sobre las fases constructivas de Jerusalén publicada en National Geographic. Gentileza Alberto Lucas López.

Frente al encargo de un trabajo, ¿qué tipo de información resulta imprescindible? Sobre todo en las noticias que no contienen datos duros.

Debe haber una verdad que necesite ser compartida. Sin importar si está respaldada por datos o conceptos no tangibles. Identificar el mensaje es clave. Sin esta verdad, no hay nada que hacer. Así pues, lo imprescindible es descubrir y valorar qué queremos transmitir, recapacitar sobre ello y tomar decisiones. Una vez superado este debate interno, comenzaremos a pensar en qué tipo de infografía es la más adecuada para compartir su verdad.

¿Cuál es la pieza que más satisfacciones te dio? ¿Y la que te quita el sueño?

Diría que la infografía acerca de la malnutrición infantil es el proyecto más apreciado tanto a nivel personal como profesional. Fue premiada como la mejor infografía publicada en el mundo en 2018, en la cumbre mundial de infografía Malofiej. El trabajo integra la entrevista que realizó Susan Goldberg, editor in chief de National Geographic, a Melinda y Bill Gates sobre su fundación. De todas maneras, me defino como un insatisfecho crónico, así que temo que todos mis proyectos me quitan de alguna manera el sueño incluso años después. Siempre me persigue la duda de cómo los podría haber hecho mejor.

Foto de portada. Infografía sobre las temáticas de Picasso publicada en National Geographic. Gentileza Albert Lucas López.