Nuevos paradigmas

Alejandro Iglesias Rossi: La música como camino de conocimiento

Es el único compositor en la Historia en haber recibido las dos distinciones emblemáticas de la UNESCO: los Premios del International Rostrum of Composers (París-1985) por su obra Ritos Ancestrales de una Cultura Olvidada y del International Rostrum of Electroacoustic Music (Amsterdam-1996) por su obra Ángelus

Por Daniela Quintana

02.12.2023

Su padre fue el fundador del Instituto Argentino de Computación y su madre es profesora de piano, se conocieron estudiando guitarra. La música fue una constante en la vida familiar. Alejandro dice que no tuvo mucho para elegir, que hubo naturalidad en el camino recorrido hacia la creación musical. Trabaja la creación en un amplio espectro de posibilidades desde lo clásico hasta lo experimental, pasando por lo electroacústico. En sus composiciones el elemento más preciado es el silencio (y al mismo tiempo es el más difícil de dominar) y la sonoridad es casi una excusa para darle jerarquía.

 

Harawi Ritual, su obra sobre textos Quechuas, ha sido seleccionada para ser preservada por 1000 años en la bóveda subterránea del Global Music Vault del Polo Norte. Además, John Cage le escribió un poema que leyó públicamente. Gentileza Alejandro Iglesias Rossi

Harawi Ritual, su obra sobre textos Quechuas, ha sido seleccionada para ser preservada por 1000 años en la bóveda subterránea del Global Music Vault del Polo Norte. Además, John Cage le escribió un poema que leyó públicamente. Gentileza Alejandro Iglesias Rossi y UNTREF

Venís de una formación musical tradicional pero al mismo tiempo siempre rompiste las reglas, ¿por qué?

Había algo maravilloso, que ya no se da con frecuencia, en la música contemporánea y electroacústica, que era la investigación ¡Un lugar de experimentación en donde todo estaba permitido! Pero de los 80 a esta parte cambió todo; aunque para mí lo importante sigue siendo investigar y está de manifiesto y vinculado directamente con lo que hacemos en la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías y en la Maestría en Creación Musical, Nuevas Tecnologías y Artes Tradicionales, ambas con sede en la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF). Tenemos la posibilidad de investigar en territorio, haciendo trabajo de campo, explorando instrumentos autóctonos precolombinos con todas sus posibilidades tímbricas, el mundo poético y espiritual que se nos abre es inmenso, también nos valemos de nuevas tecnologías para ampliar el espectro de posibilidades.

Nunca dejas de abrazar la tecnología y la vanguardia, a pesar de que tu búsqueda es fundamentalmente sobre el pasado

Yo creo que hay una especie de misión en la tecnología, muchas veces en las clases hablo de sacralizar la computadora, pensando en que vivimos en un mundo desacralizado, aunque hay ítems que son susceptibles de hacernos ver/volver a un mundo sagrado y que sobre todo no podemos dejarlos en manos de esa profanidad que maneja el sistema. Hay una búsqueda que es importante en relación a la comunidad, pero también está la cuestión que cualquier elemento que se usa de forma profana o chabacana es susceptible de tener un vector de verdadera transformación personal en relación al espíritu y al intelecto; la búsqueda experimental que se dió en el ámbito de la música popular especialmente en el rock progresivo de los años 70 con Yes, Emerson, Lake & Palmer o Van der Graaf Generator trascendía la eventual recompensa económica.

Sahumador Chaak. Alejandro Iglesias Rossi

Concierto, Sahumador Chaak. Gentileza Alejandro Iglesias Rossi y UNTREF

¿La música precolombina también tenía esta búsqueda ritual (espiritual/intelectual)?

Hay que distinguir dos vectores importantes, uno que llega hasta nuestros días y otro que, lamentablemente, no. El que no, lo podés encontrar en la sofisticación de los instrumentos, el extremo detalle en el trabajo organológico, la panoplia extremadamente abierta si hablamos de corrientes estéticas. No hay nada que la cultura europea nos haya entregado. Por el otro lado está el contacto con los chamanes, encargados de generar una contribución para transmitir el conocimiento espiritual. Ellos, dentro de sus comunidades, tienen la obligación de aportar una novedad que sea pertinente para resolver problemáticas propias del tiempo en el que viven. Un buen ejemplo podría ser el caso de los novikes (violín de una sola cuerda) característico del noreste argentino, que originalmente eran de calabazas y que ahora son resueltos con latas de aceite. Lo importante del caso, para el chamán, es la operatividad y eso funciona como un fin ulterior. Hay toda una lógica que es la de renovarse constantemente adaptándose a la época, y eso es lo que a mí me interesa dentro de la música, de la misma forma que también es lo que le interesaba a los chamanes o intelectuales precolombinos, la resultante de esa búsqueda es la belleza imbricada con el espíritu, el simbolismo y la mitología. Como diría Don Juan Matus: La música es un camino de conocimiento.

Todas las búsquedas no tradicionales en la música “erudita” del s. XX son todas sacadas de lo que los europeos llaman música extra europea (de India, América, Asia, Islandia), eso atraía a los compositores contemporáneos, porque eran sonoridades nuevas que rompían completamente los cánones tradicionales. Es diferente lo que sucedía con la música del medioevo (imbuidas dentro del trivium y el quadrivium) en donde los compositores eran todos sacerdotes (hasta Vivaldi, todos fueron sacerdotes), astrónomos, matemáticos y geómetras, que ahí sí se pueden encontrar las mismas lógicas que en las músicas desarrolladas por los chamanes americanos, en donde la música es la manifestación del cosmos, ordenado mediante números y geometrías; las construcciones sonoras estaban relacionadas con la búsqueda de la belleza, pero más allá de la belleza por la belleza misma sino dotada de una función específica dentro del ritual. Hay que desterrar la idea que en el medioevo todo era sombrío, o que el mundo nuevo nace con los albores del capitalismo. Hay una analogía entre el pensamiento de los intelectuales medievales con los intelectuales precolombinos, que ciertas cofradías llegan hasta hoy con un pensamiento muy sofisticado.

Erkes. Gentileza Alejandro Iglesias Rossi y UNTREF

¿Cómo se desandan los caminos para recuperar estos instrumentos? ¿Cómo o dónde se buscan los indicios para recuperar físicamente estos materiales?

Hay dos caminos. Para aquellas culturas que desaparecieron desde la llegada de los europeos, en general el resguardo de su patrimonio está en los museos. Así que nosotros vamos a buscar información y muchas veces descubrimos cosas de las que no teníamos registro que existieran físicamente. Por ejemplo uno de los últimos museos que visitamos es el Museo de Antropología de México, ellos están acostumbrados que las personas que van en búsqueda de información sean ingenieros, que a diferencia de nosotros obtienen mucha información utilizando métodos e instrumentos científicos para averiguar qué nota toca o en que escala esta, en cambio cuando nosotros vamos a investigar (además de valernos de los mismos métodos científicos) hacemos sonar los instrumentos y les buscamos colores a los sonidos, porque lo verdaderamente importante es la función del instrumento como dispositivo cósmico, que depende como lo toques emite diferentes sonidos a través de los cuales se estimula el espíritu. El otro camino es ir a las comunidades que aún están vivas a recuperar instrumentos, estuvimos en la zona de los Andes, en el Amazonas, o en la zona Zapatista Mexicana, para dar algunos ejemplos. Ahí se conservan algunos instrumentos discontinuados hace más de 500 años y otros que han evolucionado con cada generación. 

Ambos caminos, nos permiten tener un corpus de instrumentos autóctonos muy vasto.

Vasija silbadora. Alejandro Iglesias Rossi

Vasija Silbadora. Gentileza Alejandro Iglesias Rossi y UNTREF

¿Cómo surge el centro de musicología en el seno de la UNTREF?

En el año 2001, les propuse a mis estudiantes de composición que armemos un ensamble, que esté dentro de esta lógica, se llamó Fronteras del Silencio. En una de las funciones nos escuchó Norberto Griffa, que por aquel entonces era decano de música y el fundador de la carrera de artes electrónicas y fue él quien me propuso que el ensamble deje de ser un proyecto autogestivo y se convierta en un proyecto académico. Hablamos con el Rector Anibal Jozami y enseguida aceptó la propuesta, ya que estaba en perfecta consonancia con la construcción de la identidad de la universidad. Así arrancamos, primero armamos el Centro de Etnomusicología y Creación en Artes Tradicionales y de Vanguardia en el que participaron la Dra. Isabel Aretz y la Lic. Susana Ferreres. Nuestra misión primaria fue crear un centro de investigación que esté soportado por tres pilares: la investigación etnomusicología, la creación musical (composición) y el estudio de la iconografía y la construcción de instrumentos. Esos tres vectores imbricados buscaban evitar la lógica del museo y la música contemporánea, volviendo la mirada hacia el interior buscando paradigmas propios de nuestros ancestros. Nuestra idea era romper todas las compartimentaciones específicas de la música heredadas de la revolución industrial.

Tanto en la maestría, como en la licenciatura desde el principio se establecieron laboratorios de lenguaje simbólico, que lo dictaba el Rabino Baruj Plavnick, seminarios de tiro con arco zen dictado por el Sensei Luis Falcone y un seminario de entrenamiento físico de artes marciales que lo dictaba yo, entre otras actividades que nos permitieron romper los moldes característicos de lo que es un músico, creando una convergencia entre arte y espiritualidad.

Imegen del documental: “OIANT, música para un futuro ancestral” de Nacho Garassino. Gentileza Alejandro Iglesias Rossi y UNTREF

¿Cuál es el logro que más orgullo te da?

Haber creado una comunidad, con una comunión de ideales que nos trascienda y que esa huella crezca y nos permita seguir recuperando América y pensar desde la localía.

A futuro ¿Cuál es el mayor anhelo?

Darle a los instrumentos precolombinos la misma dignidad ontológica que los instrumentos europeos. Para eso creamos el único programa que existe de música para ser tocada por nuestra orquesta más una orquesta de música sinfónica, que lo estrenamos con la Sinfónica de Eslovenia. Eso tiene que seguir creciendo. 

¿Qué música escuchas?

Ahora escucharía: Close to the edge de Yes.