Design frontiers

Alexandra Lange: el impacto del diseño en nuestra vida cotidiana

La autora y crítica Alexandra Lange problematiza sobre el diseño de los espacios públicos, privados e incluso de los juguetes en su último libro, The Design of Childhood: How the Material World Shapes Independent Kids. Un recorrido de mayor a menor escala, aún cuando no lo percibimos.

Por Celeste Nasimbera

22.05.2020

Alexandra Lange, graduada en arquitectura y literatura en la Universidad de Yale, es una autora norteamericana especializada en crítica. Sus artículos aparecieron en The New York Times, The Atlantic y Architectural Digest y tiene cuatro libros publicados. Lange posee una destacada capacidad de análisis para hipotetizar sobre la incidencia del diseño en nuestros días.

¿Cómo impacta el diseño en nuestra vida cotidiana?

Lo primero que se me ocurre es una de las controversias que se presenta en la ciudad de Nueva York. Últimamente, un número considerable de personas ha muerto en accidentes de auto y la reacción más común es hablar sobre los conductores o sobre la policía. En realidad, si se rediseñaran las calles, sería más seguro. Creo que es un buen ejemplo de cómo, incluso cuando no se lo puede ver, el diseño afecta el comportamiento: la velocidad con la que se maneja, ir por una calle en lugar de otra, cuándo es prioridad el peatón. Se cree que a través de las palabras podemos cambiar el comportamiento de las personas pero se necesita orientarlas a la dirección correcta a través de diseños palpables.

¿En qué situaciones crees que no percibimos la relevancia que posee el diseño?

Vivimos en una sociedad un poco peculiar. Considero que la relación con los teléfonos celulares y el uso de internet nos hace estar siempre en la búsqueda de lo último disponible, las personas están orientadas a recibir información por escrito. La fuerza dominante en la sociedad se basa en aquello que leemos así que no están acostumbrados a las pistas visuales.

¿Qué rol ocupa el diseño en estos días?

No creo poder responder. Hay diseño en las máscaras, en cómo las personas organizan sus hogares, en cómo las ciudades están reorganizando las calles. Es personal y penetrante, como siempre lo es.

¿Cómo creés que se modificarán los espacios luego del aislamiento? Nos encontramos más tiempo en nuestros espacios privados que compartiendo espacios públicos.

En su último libro, Lange se cuestiona el impacto del diseño en los juguetes y en los objetos de la niñez. Gentileza.

Pienso más en cómo se modificará el comportamiento. ¿Vamos hacia una semana laboral y escolar de tres días y luego la gente se desconectará? ¿Absorbimos las distancias establecidas y lo haremos automáticamente en los espacios públicos? Las ciudades ya comenzaron a generar sistemas para evitar aglomeraciones en lugares públicos amplios como los parques. Creo que existirá mucha más infraestructura organizativa.

Hablamos del espacio público como social y político. Si estamos más tiempo adentro y con miedo a salir, ¿esto va a modificarse?

Salgo todos los días. He leído todos los artículos que puedo y creo que los encuentros a distancia son un riesgo mínimo. Me parece mucho más peligroso, física como mentalmente, permanecer dentro por un período de tiempo indefinido. Dicho esto, es probable que la mayoría de las personas pasen más tiempo en el interior que en el exterior y, lo más importante, en el mismo espacio. Lo cual ejerce presión sobre lo digital para reemplazar la variación que se da en los encuentros visuales, sociales y físicos. Creo que podemos tener instancias sociales en el ámbito digital, mi hijo de 12 años por ejemplo, pasa mucho tiempo con amigos jugando en Discord. Pero nunca se podrá reemplazar los encuentros de la vida real en relación a la presencia de las otras personas y el medio ambiente.

¿Cuánto de política involucra el diseño de los espacios públicos?

Los lugares públicos siempre tuvieron que ver con la política, es donde las grandes masas se juntan, las protestas suceden. Creo que sí, la política es parte de los espacios públicos. Se decide sobre los reglamentos, la comodidad de las personas que están allí, si es legal lo que pueden hacer, etc. control.

 

Si pensamos en un futuro cercano, ¿cuáles serían los cambios más relevantes para las grandes urbes?

Creo vital para el futuro de las ciudades asegurarse espacios al aire libre para que las personas se reúnan.En los últimos 10, 15 años, en Nueva York proyectaron nuevos parques, principalmente que tuviera fuentes de agua como el Brooklyn Bridge Park, y esos lugares los considero increíbles. Pero es clave vincular el sector público con el privado para que estos espacios sigan siendo accesibles.

Además, creo que la mayoría de las ciudades se han concentrado en el cambio climático. Todo plan de cambio debe mirar hacia el futuro pero no necesariamente significa que las antiguas formas de diseño ya no sean relevantes, es decir, plantar árboles ha sido parte de un inmenso desarrollo en las mismas a través de los siglos. El diseño basado en el cambio climático no debe ser lo único, debemos volver a formas de hacer un ambiente más cómodo e implementarlo en distintas escalas.

¿Creés que es más relevante generar cambios a nivel personal, social o una combinación de ambos?

Creo que una combinación, sí. Hoy en día se hace demasiado énfasis en la responsabilidad individual. El gobierno y las grandes corporaciones pueden hacer mucho más que lo que está a nuestro alcance.

The Design of Childhood: How the Material World Shapes Independent Kids, tu último libro problematiza los espacios y elementos que rodean a los más pequeños. ¿Cómo modifican la infancia?

Cuando realice las investigaciones uno de los puntos más interesante fue sobre la infancia convencional y los espacios públicos son los primerísimos lugares donde los niños pasan su tiempo. Creo que con intervenciones simples como económicas se pueden mejorar. Además, considero que parte de la agenda del diseño en la infancia es que los niños tengan oportunidades de autonomía y ser parte de la vida urbana y dejar a un lado lo privado, a puertas cerradas: así no pueden ser curiosos sobre lo que sucede afuera y participar.

El diseño, entonces, puede modificar la educación, el tiempo libre, etc.

Si, una revelación para mí fue que muchos consideran a los juguetes como básicos, como por ejemplo los bloques de madera, pero resulta que cada uno de esos elementos cuenta con una planificación educacional. Así que, volviendo a tu pregunta inicial, cómo el diseño cambia nuestra vidas, bueno… con el diseño vemos que un bloque no es tan solo eso, tiene muchos otros significados, puede ser de madera o de otros materiales, lo que nos muestra que es importante que los niños jueguen con materiales naturales y así les da una primera conexión espiritual con la tierra y la naturaleza. En verdad creo que todo está conectado desde lo más pequeño al más grande, desde la infancia a la adultez.