La innovación es la clave en los trabajos de Athime de Crécy, Hugo Dubray, Tim Leclabart, SCMP Design Office, Nicolas Verschaeve, Jeanne Andrieu y Passage. Conocé a los nuevos talentos seleccionados por Maison&Objet para la sección Rising Talents.
Por Vivian Urfeig
25.07.2023
Después de poner el foco en talentos emergentes de España, Países Bajos o Japón, esta edición del programa Raising Talents de Maison&Objet lleva al corazón de la feria de tendencias de París a su propio semillero. Innovadores y con una mirada prospectiva, los siete estudios franceses seleccionados para salir a la cancha en septiembre de 2023 son locales y con gran proyección internacional. La generación de creadores que se asoma a las primeras ligas le contará al mundo sus exploraciones materiales desde su propio territorio. Audacia, originalidad y pasión por desafiar son los hilos de una trama que se descubrirá entre el 7 y el 11 de septiembre, cuando suba el telón de esta plataforma de tendencias que le marca el pulso a las nuevas formas de habitar.
Los diseñadores seleccionados por un jurado de íconos de la disciplina, con Philippe Starck como presidente del comité, comparten una visión única y un enfoque distintivo para abordar el diseño. Sus obras abarcan el desarrollo de mobiliario, iluminación, cerámica y joyería que destacan la identidad del diseño francés, con acento en el patrimonio histórico y una indagación transformadora del futuro.
Desde el trampolín de Maison&Objet, buscan posicionarse Athime de Crécy (ADC studio), Hugo Drubay, Passage (Arthur Fosse y Samuel Perhirin), SCMP Design Office (Sébastien Cluzel y Morgane Pluchon), Tim Leclabart y Nicolas Verschaeve. Además, Ateliers d'Art de France, una unión profesional para las artes y oficios, destaca en cada edición a un joven artesano y en esta oportunidad la ceramista Jeanne Andrieu fue designada como Rising Talent Craft.
Athime de Crécy, uno de los diseñadores emergentes, apuesta al ingenio y se postula como un gran lector de los tiempos que corren: el diseño de su sofá admite un espacio oculto entre el asiento y el respaldo para contener dispositivos, enchufes y cables. Graduado en la École Cantonale d'art de Lausanne (ÉCAL), arrancó su carrera con Philippe Starck, quien le transmitió la importancia del ingenio y el humor. Su enfoque se centra en revisitar objetos cotidianos y explorar nuevas posibilidades funcionales, cuestionando la cadena de producción tradicional: “Me interpela el diseño industrial prospectivo que busca establecer nuevos estándares para los productos del futuro, enfrentando los desafíos de la sustentabilidad”. Starck, su maestro, afirma que Athime “es creativo, atemporal y trabaja más de lo que habla. Pura sinceridad, elegancia y espíritu francés”. Para Athime, un objeto práctico es más importante que uno bonito, por eso asegura que “el diseño industrial integra los principios intrínsecos del consumo. Consumir no se limita esencialmente a comprar y poseer, sino que implica aceptar el proceso natural de destrucción de un objeto por su uso. Por lo tanto, la producción de objetos requiere comprender los principios finitud desde la etapa de diseño. Esto no es un patrimonio congelado, sino un ciclo de construcción, deconstrucción y reconstrucción”.
En tanto, Hugo Drubay, arquitecto, diseñador y escultor, llega a Maison&Objet inspirado en la Naturaleza y la morfogénesis. Su enfoque multidisciplinario abarca el diseño de productos, el diseño gráfico y el interiorismo combinando técnicas ancestrales y nuevas tecnologías como la impresión 3D en función de integrar formas orgánicas a su proceso creativo. Drubay se graduó en École Bleue y trabajó con artistas como Jacques Garcia, Loris Gréaud y Théo Mercier. A propósito de su enfoque multidisciplinario, el creativo asume que se inclina hacia el arte decorativo y que se inspira en artistas de los siglos XVII y XVIII: “Mi enfoque es el de un artesano que investiga, que indaga con curiosidad insaciable las técnicas de las artes aplicadas. Así, el resultado está impregnado de historia a la vez que añade una dimensión mística. Creo en la sincronicidad de todo lo que nos rodea, y los objetos no escapan a ella”. También adhiere a los principios de la Biomímesis como punto de partida para pensar el diseño del futuro. “Los procesos de creación de la naturaleza aplicados a los del ser humano resultan claves para proponer soluciones que fomenten la creación de hábitats éticos. Mi visión del futuro en el diseño se presenta como una representación fiel y armoniosa de la Naturaleza”, afirma.
Entre los talentos emergentes seleccionados quizás el que más impregnado está del ADN del lujo francés sea Tim Leclabart, que se forjó entre galerías y tiendas de antigüedades, antes de abrir su estudio en París en 2019. Consciente de la responsabilidad de los diseñadores de comprometerse con un futuro sostenible, sus proyectos reducen la huella de carbono, ponen en valor los desechos industriales y utilizan materiales reciclados. Leclabart llega con un estilo propio que navega entre la atemporalidad refinada, las referencias posmodernistas y líneas sencillas y despojadas. “El foco emocional me interpela para diseñar objetos que representen momentos especiales, recuerdos o evocaciones con carga emotiva. Piezas como artefactos de la historia, funcionales y significativas”, define sobre su línea de equipamiento sobria y de materiales nobles. Su mesa de café Curved, por ejemplo, traduce la admiración de Leclabart por el trabajo de Oscar Niemeyer: “Pasé muchos años en Río de Janeiro y los proyectos de este gran arquitecto definieron mi búsqueda. La Casa das Canoas es muy emblemática para mí”.
Sébastien Cluzel y Morgane Pluchon estudiaron juntos en la École Supérieure d'Art et Design en Saint-Étienne. Luego de trabajar para Luca Nichetto en Ikea y dar clases en la ÉCAL, fundaron SCMP Design Office, un estudio que pone a las personas en el centro de la práctica del diseño, cuestionando el uso de objetos cotidianos, su percepción del espacio y su modo de producción. “Encontramos un delicado equilibrio entre la hiperfuncionalidad, la belleza del detalle y la economía de materiales. Los productos de uso estándar hablan de nosotros, nuestras culturas, hábitos y recuerdos. Son objetos que amamos, transmitimos y llevamos siempre con nosotros. Rediseñamos esos objetos para que duren en el tiempo, se reparen y permitan el disfrute cotidiano”, señala el dúo.
Para Nicolas Verschaeve, el ojo crítico que cuestiona las formas de habitar le permite investigar la producción de diseño desde contextos sociales y culturales. Ya sean procesos artesanales o industriales, el gesto de sus piezas –luminarias, mesas, equipamiento—asume una mirada que contempla al usuario. “Mi trabajo se construye sobre intuiciones, enfoco mi práctica con bases sólidas en las convicciones de mi estudio, de formato itinerante entre París y Bruselas. Allí donde el proyecto sienta sus bases, allí me instalo hasta terminarlo. No se trata de pensar en objetos de forma aislada, sino de considerar todo lo que contribuye a lo que va más allá de ello, sus impactos ambientales, sociales, económicos, culturales o políticos”, señala Verschaeve.
Distinguida con el premio Craft, la ceramista Jeanne Andrieu sugiere un universo onírico de formas orgánicas, más cerca del fondo del mar multicolor que del plano terrestre. Esos mundos imaginarios cocidos en cerámica hablan de una fauna y una flora caprichosa y alegre. Plantas y corales sensuales y frágiles que suman texturas complejas y hablan de su recorrido. Finalista del Prix de la Jeune Création Métiers d'art, cautivó al jurado del Premio Rising Talent 2023, que no dudó en señalarla como ganadora. “Todo comenzó cuando hice mi primera inmersión de buceo. En la superficie, experimenté el silencio forzado de un mundo lleno de ruidos. Sumergida, el silencio se impone y establece sus propias reglas. Se despertaron los sentidos y la fuerza sensorial subrayó la riqueza visual de los paisajes submarinos. Intento transcribir una fotografía sensible de estos paisajes en tres dimensiones. Mis esculturas podrían, por tanto, asemejarse a fósiles de un mundo congelado entre el sueño y la realidad”, sugiere Andrieu.
En la frontera entre la moda y el diseño, Arthur Fosse y Samuel Perhirin, del estudio Passage, se proponen reunir piezas textiles y de mobiliario bajo una misma colección que perdure en el tiempo. El diseño de una lámpara y un saco admite el mismo proceso, plantea las mismas preguntas. Passage explora el equilibrio de esta transversalidad donde se desdibujan los límites. Con la impronta de su paso por la escuela ÉCAL, el diseño de indumentaria y el industrial se transforman en una propuesta integral. “Aprendimos a considerar la durabilidad e industrialización del producto. Nos inspiramos en creadores como Pierre Cardin y Raf Simons, quienes exploraron la porosidad entre estas dos disciplinas. Ya no existe distinción entre objetos e indumentaria. La moda es un excelente escenario para inventar nuevos enfoques responsables y sostenibles”, analiza.
Con acento francés, esta edición del programa Raising Talents será uno de los platos fuertes de Maison& Objet ya que funciona como incubadora de lo que viene, con impronta del camino atravesado por las artes y oficios. Las próximas generaciones de creadores asoman así a la profesionalización de saberes desde una plataforma que impulsa sus carreras y contribuye a la evolución del diseño.
Foto de portada. Zangarmash de Jeanne Andrieu. Gentileza Maison&Objet.