Hay lecturas que nos permiten reflexionar sobre nuestra propia contemporaneidad e incluso problematizar sobre posibles futuros. La periodista Dana Thomas escribe Fashionopolis: The Price of Fast Fashion and the Future of Clothes desde la urgencia e interpela. Una investigación sobre el sistema con cifras que exponen una inmensa desigualdad y testimonios sobre las indignantes condiciones de trabajo imperantes.
15.02.2020
La fotografía de Melania Trump viajando hacia un centro detención de niños inmigrantes en Texas en 2018 parece fake news e incluso un meme pero no lo es. La primera dama norteamericana decidió llevar una chaqueta de la marca española Zara con la inscripción: I really don’t care, do u? ("realmente no me importa, ¿a vos si?") sobre su espalda. Dana Thomas retoma aquella imagen pregnante para pensar nuestro tiempo e inicia una certera introducción a la hipótesis de su libro, Fashionopolis: The Price of Fast Fashion and the Future of Clothes.
Define la actualidad bajo el concepto de Fashionopolis luego de articular tres instancias. Recobra el ideal de polis (ciudad) del filósofo griego Platón basado en la noción de justicia, marcando un horizonte. Luego combina la denominación Cottonopolis de Manchester y Metrópolis del director Fritz Lang. La primera urbe es cuna de la revolución industrial y la segunda (ficticia) expone una sociedad atravesada por las desigualdades. Arriba entonces al título de su libro y su perspectiva sobre el hoy.
Metrópolis es una película de ciencia ficción ambientada en 2026, ¡no estamos tan lejos! ¿Cómo imaginás la industria dentro de seis años?
Espero que la industria de la moda sea más justa y responsable con el planeta como con la humanidad. Soy una persona optimista pero también una antropóloga social y sé que no está en nuestra naturaleza cambiar si no tenemos que hacerlo. ¡Y el negocio realmente no lo hace! Me temo que será similar con personas trabajando por la mitad de lo que se considera un sueldo digno y en pésimas condiciones para que el resto pueda seguir comprando ropa económica como descartable. Sé que es decepcionante. Pero si la situación de los trabajadores de la confección no cambio en los últimos cien o doscientos años ¿por qué deberíamos pensar que pueda cambiar en seis?
Cuando el personaje Freder ve a los trabajadores queda impresionado. En el proceso de investigación, ¿qué escenas fueron las que más te afectaron?
Realmente me sorprendió su dedicación. Trabajan duro, con seriedad y esmero. ¡Y todos son muy jóvenes! Por supuesto que lo que más me afectó fue visitar a los sobrevivientes de la tragedia de Rana Plaza: la mayoría de los cuales ya no puede trabajar. Por ejemplo una mujer de 16 años que se encuentra postrada e imposibilitada de tener hijos. Fue y es un horror.
Tenés un punto de vista muy reflexivo, marcás las contradicciones, ¿cómo proyectás el futuro?
Creo que la moda va a tomar dos caminos diferentes: seguirán las mega corporaciones produciendo en gran volumen, acumulando miles de millones en ganancias, la Metrópolis. Y luego un incremento de marcas sostenibles, que no generarán desperdicios, abocadas al trabajo justo y ancladas en lo hiperlocal. Al igual que hoy ocurre con el crecimiento de los alimentos orgánicos se permitirá a los consumidores tener una opción diferente. Estamos lejos de poder suprimir lo negativo pero si apoyamos lo bueno va a poder alcanzar un nivel competitivo.
¿Es posible un nuevo paradigma?
Sí, por supuesto, hay que proponérnoslo.
¿Qué cambios profundos son esenciales?
Tenemos que repensar nuestras prioridades. Si decidimos hacer un buen trabajo, centrarnos en la calidad y proyectar a largo plazo será factible obtener beneficios. Quizás no a los niveles grotescos de la actualidad. ¿Realmente alguien necesita ganar $ 68 mil millones al año como hizo el Sr. Ortega de Zara hace dos años?
¿Hay cambios más fáciles y pequeños para incorporar en nuestro día a día?
¡Sí! Comprar menos, comprar mejor. Lavar la ropa con menos frecuencia en ciclos cortos y con agua fría. Reparar, re vender, alquilar son opciones. Además mirar las etiquetas y elegir artículos orgánicos o del comercio justo por sobre una opción industrial.
Notas al pie: La República de Aristóteles es incluída en las primeras páginas del libro sobre el concepto de polis mientras que El manifiesto comunista de Karl Marx y Friedrich Engels se retoma en el capítulo sobre el precio de la moda. Desde el mismo título Dana Thomas hace alusión a la película Metrópolis de Fritz Lang. Tres citas clásicas.