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Flee, un documental animado para adultos nominado al Oscar

La película del dinamarqués Jonas Poher Rasmussen narra la historia de un inmigrante afgano que tuvo que escapar de su país frente a la toma de poder por parte de los talibanes en los '90. Flee disputa el lugar de Mejor Largometraje Animado en los premios de la academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de 2022.

Por Tomás Eliaschev

23.02.2022

A la hora de pensar en dibujos animados se suelen tener en cuenta, principalmente, las obras destinadas al público infantil. Sin embargo, existe una larga historia de dibujos animados para adultos que se remonta a los inicios del género. En el presente, la idea de que la animación no es solo para niños y niñas acaba de tener una revalidación contundente. Entre los nominados por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense para disputar el lugar del Mejor Largometraje Animado en los premios Oscar 2022 se encuentra Flee (Huir), una película que trata temas complejos y que es un ejemplo de cómo la animación no tiene límites.

Flee compite con tres creaciones de la corporación Disney y una de Sony, todas ellas destinadas sobre todo (pero no solo) a las infancias. No es el caso de la película del dinamarqués Jonas Poher Rasmussen, docudrama que narra la estremecedora historia de Amin Nawabi, un inmigrante afgano que tuvo que escapar de su país cuando los talibanes tomaron por primera vez el poder a comienzos de la década del ‘90.

Este film ya logró algo inédito en los Oscar: tiene una triple nominación. Es que, además, compite en las categorías mejor película internacional y mejor documental. La premier mundial fue en el festival de Sundance e inmediatamente fue aclamada por la crítica tanto por su forma como por su contenido. Entre otros, ya ganó premios en los Globos de Oro y en el festival internacional de animación de Annecy, en Francia.

Flee disputará el premio a Mejor Largometraje Animado en los premios Oscar 2022. Es la única película en la categoría dirigida especialmente a adultos, mientras compite con tres creaciones de la corporación Disney y una de Sony, todas ellas destinadas sobre todo (pero no solo) a las infancias.

Flee demuestra que la animación incluso es un vehículo privilegiado para dar cuenta de dramas humanos y sociales. Se focaliza en la historia que Amin nunca contó. Brinda detalles de sus primeros años en Kabul hasta que tomaron el poder los mujaidines armados por el gobierno de Estados Unidos y su padre desapareció. Amin, junto a su madre y hermanos pudieron escapar justo a tiempo y volar a Moscú, el único lugar donde los aceptaban. Desde allí, en donde la situación también era crítica, tratan de huir rumbo a Suecia. Pero luego de quedar a la deriva en una embarcación liviana en la que casi naufragan, ellos son detenidos por la policía y quedan varados en un campo de refugiados en Estonia. Vuelven a Rusia donde sufren los atropellos de los agentes policiales sin control desde la caída de la Unión Soviética. Finalmente Amin consigue viajar, esta vez solo, pagando una vez más a los traficantes de migrantes. En lugar de su deseada Suecia, lo envían a Copenhague, donde debe decir que toda su familia murió para conseguir que no lo deporten. A la vez, en Flee, Amin -que se está por casar con su novio- cuenta otra historia: la del chico que crece en un contexto donde ni siquiera se concibe la homosexualidad como una opción.

La variedad de recursos y la libertad del trazo permite graficar con gran belleza momentos de angustia y claustrofobia extremos, como la peripecia que tuvo que hacer con su familia por un bosque nevado para cruzar la frontera o cuando sus hermanas quedaron atrapadas en un container en un barco en el Báltico. También hay lugar para la alegría y la diversión, como cuando Amin recuerda ser un niño pequeño que escuchaba al conjunto sueco A-ha en un walkman mientras usaba un vestido de una de sus hermanas y paseaba por las calles de Kabul o cuando conoce su primera discoteca gay en Estocolmo.

La película combina escenas de la vida pasada y presente con imágenes de archivo de noticieros que son impactantes y nos recuerdan que lo narrado realmente sucedió. Y que historias similares siguen sucediendo. Se enmarca en una tradición de películas animadas que reflejan acontecimientos históricos difíciles. Remite a títulos como Vals con Bashir (2008), una película israelí animada con la técnica hiperrealista de la rotoscopia, donde el cineasta Ari Folman cuenta su propia historia como soldado que fue testigo de la masacre de Sabra y Chatila contra los refugiados palestinos en el Líbano, en la guerra de 1982.

Flee narra la historia de un inmigrante afgano que tuvo que escapar de su país frente a la toma de poder por parte de los talibanes en los '90. A su vez, Amin, protagonista de la historia, está por casarse con su novio, lo que da lugar a que la película cuente otra historia: la del chico que crece en un contexto donde ni siquiera se concibe la homosexualidad como una opción.

También se puede asociar con Persépolis (2007), la película basada en la novela gráfica de la autora franco iraní Marjane Satrapi que cuenta su niñez y adolescencia en Irán y Austria, luego de la revolución de 1979 contra el Sha. Las dos fueron nominadas al Oscar, la primera en la categoría película internacional y la segunda en mejor película animada, aunque ninguna ganó.

Otra película animada que compitió en los Oscar y que, como Flee, narra la situación derivada del primer gobierno de los talibanes es The Breadwinner (Nora Tonwey, 2017), del estudio irlandés Cartoon Saloon. A diferencia de las películas arriba mencionadas, no es ni autobiográfica ni documental y está protagonizada por personajes ficticios.

Todas las mencionadas son obras que aparte de su enorme calidad artística se constituyen como alegatos en contra de las injusticias y en invalorables fuentes de información para aprender sobre realidades poco difundidas, más allá de los grandes titulares periodísticos ocasionales.

En una línea más documental, Relatos de reconciliación (2019), la película colombiana de Rubén Monroy López y Carlos Santa es un ejemplo más reciente y cercano; ganó el premio a mejor película en el festival Anima Latina realizado el año pasado en Buenos Aires. Se trata de un filme animado basado en testimonios de víctimas del conflicto armado en Colombia. Con una enorme variedad de estilos, la animación permite narrar las terribles consecuencias de la violencia.

La triple nominación de Flee coloca a la animación para adultos en un lugar de exposición que ayudará a visibilizar más estas producciones, más allá de las plataformas de streaming donde las series animadas tienen una presencia cada vez más notable.

Todas las imágenes son gentileza de Det Danske Filminstitut