Por Nicolás Mancini

05.12.2023

La semana del Festival de Cannes comenzó, como desde hace casi quince años, pocos días antes de la primera proyección con una interminable y serpenteante fila de estudiantes de cine, lobos solitarios de las películas, periodistas y jubilados que, habitualmente, gira en Montevideo para perderse en los adentros del centro. Todos convergen allí con el mismo objetivo: conseguir entradas para el film más prometedor de la semana o, en su defecto, para la máxima cantidad de proyecciones posible. Sin dudas, el mayor desafío del ciclo, teniendo en cuenta que el precio de los tickets, como sucede en cada festival o en cada proyección en el Gaumont, la sede, no parecería significar un impedimento mayúsculo. En esta edición, las entradas se agotaron en menos de 48 horas.

El Festival de Cannes Film Week comparte segunda línea con el Buenos Aires Rojo Sangre (BARS) como los ciclos/festivales/eventos cinéfilos más pasionales de la ciudad, tan solo por detrás del BAFICI. En cada semana de Cannes, el festival galo, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y Ventana Sur (mercado cinematográfico líder en América Latina) trabajan en conjunto para acercarles a los porteños un puñado de películas de la Selección Oficial anual que, de no ser por la Film Week, nunca serían estrenadas. A veces sucede, como en esta edición, que aparecen títulos que sí cuentan con distribución nacional. Por ejemplo, el día siguiente del pre-estreno de lo nuevo de Aki Kaurismäki en el marco del ciclo, esa misma película llegó a varias salas del país.

Gentileza Semana del Festival de Cannes.

El orden de proyecciones fue el siguiente. Del lunes en adelante: Perfect Days, Anatomía de una caída (Anatomie d'une chute), Hojas de otoño (Kuolleet Lehdet), Monster (Kaibutsu), About Dry Grasses (Kuru Otlar Üstüne), Anatomía de una caída -sí, de nuevo- y Zona de interés (The Zone of Interest). A falta de directores o actores invitados, el martes, previo a la proyección de la Palma de oro, Frémaux dio una masterclass en donde habló del pasado, presente y -sobre todo- futuro del cine, recalcando la suma importancia del apoyo estatal para el fomento de la producción de películas argentinas. Ese también fue el tópico nuclear de sus tres presentaciones en el ciclo. Recordemos que Frémaux es delegado artístico del festival desde comienzos de siglo y responsable de la programación cinematográfica desde la 57° edición, celebrada en 2004.

En medio de la muchedumbre, de vez en cuando un famoso. Por ejemplo, fueron habitués los actores Ana María Picchio, Víctor Laplace, Maite Lanata y Toto Ferro (en cada función vio reflejado su rostro en el de “El ángel” durante el spot en apoyo al cine argentino narrado por Ricardo Darín). La pantalla de la sala 1 del Gaumont (más linda que nunca) quedó a oscuras desde el lunes para darle lugar a una varieté de clips exclusivos del festival: un homenaje a Wim Wenders, uno dedicado a la sección Una cierta mirada (Un Certain Regard) -en donde la aparición del plano de Los delincuentes, del argentino Rodrigo Moreno, se robó los aplausos- y uno de reconocimiento al presidente de la última edición, el sueco Ruben Östlund, que, nobleza obliga, hizo emerger alguna que otra risita. Segundos después de las presentaciones de Frémaux, algunos de estos clips, el tráiler de la Film Week y el spot de Darín, aparecieron los típicos ruidos de destape de lata de cerveza, una costumbre en alza entre cierto grupo de jóvenes cinéfilos durante los festivales argentinos (sobre todo el de Mar del Plata). Finalmente, la película.

El ciclo empezó tan bien que parecía que sería contraproducente, pero la vara se mantuvo elevada de principio a fin. La primera proyección, la de Perfect Days, nos recordó que todavía había algo de Wim Wenders dentro de Wim Wenders. El japonés Kôji Yakusho ganó el premio de Mejor Actor por interpretar el día a día de un hombre que trabaja limpiando los baños públicos de Tokio. Wenders va apenas más allá de la simple premisa del que, sin dudas, es su mejor trabajo en décadas.

Gentileza Semana del Festival de Cannes.

En Anatomía de una caída, la Palma de Oro, la directora francesa Justine Triet vuelve a experimentar con los géneros: reversiona el cine de juicios del mismo modo que la comedia romántica en Victoria y el sexo (Victoria). Dándonos la posibilidad de la relectura infinita, su mejor película hasta la fecha es todo lo que un drama judicial puede ser, y más. Las sensacionales actuaciones de Milo Machado Graner y Sandra Hüller resultan indispensables para alejar la narración de los clichés, pero también para equilibrar un particular uso de la comicidad, lindante entre lo políticamente correcto y lo desubicado, muy difícil de describir.

El tercer y último día de Frémaux en el país fue proyectada la vedette de la semana: Hojas de otoño, lo nuevo de Kaurismaki, que ganó el Premio del Jurado. Hay quienes afirman con convicción que el plato fuerte de las semanas de Cannes en Argentina se da el miércoles, y el caso de Hojas de otoño es ejemplar. Esta comedia romántica, puramente kaurismakiana, ofrece 80 minutos de risas, ternura y argentinidad: la fijación del veterano realizador por nuestro país se ve reflejada en un par de escenas capaces de ponerle la piel de gallina hasta al menos patriota.

En el cuarto día, Frémaux aprovechó que Hiroazu Koreeda se encuentra en estado de gracia para proyectar su más reciente película, Monster, que conquistó a Cannes por su ingenioso guion a lo Rashomon que juega con la perspectiva de la audiencia y finaliza de manera desgarradora.

El viernes apareció el turco Nuri Bilge Ceylan y otra epopeya de más de tres horas en la que Merve Dizdar, su protagonista femenina, demuestra por qué es merecedora del premio de Mejor Actriz. A base de elaboradas -y largas- conversaciones y mucha, pero mucha nieve, el ganador de la Palma de Oro por Sueño de invierno (Kis Uykusu) construye una nueva pieza de orfebrería.

Gentileza Semana del Festival de Cannes.

El domingo, luego de un sábado de repetición, la Film Week le hizo lugar a Zona de interés, ganadora del Gran Premio del Jurado. En una de sus presentaciones, Frémaux dijo que esta película británica y Anatomía de una caída estuvieron peleando el la Palma de Oro cabeza a cabeza hasta último momento. Aunque el premio mayor se lo quedó Triet, el videoclipero devenido en cineasta de prestigio Jonathan Glazer realizó la película sensación de 2023. Una nueva mirada del Holocausto que dará vueltas y vueltas en muchas cabezas durante bastante tiempo. ¿Por qué no hace películas más seguido, Mr. Glazer?

El balance de la Semana del Festival de Cannes 2023 es más que positivo. Con la mejor programación en años, los días en que Avenida Rivadavia se convierte en la Riviera Francesa culminaron con incertidumbre por una posible vuelta. Duda que no afectó a su esperanzado director, quien en repetidas ocasiones prometió, vaya uno a saber con qué certezas, que el año que viene habrá una nueva comunión.