Procesos creativos

Gaspar Libedinsky: artista, arquitecto y curador en su espacio creativo

Su trabajo suele nutrirse de la observación directa de la vida cotidiana (lo doméstico) y el espacio público (la ciudad). Pasen, vean e imaginen. La libertad que posee el artista a la hora de crear es la misma que tienen los observadores a la hora de mirar.

03.09.2019

Por Redacción TPJ

Kunstformen der Natur es la obra inspirada en las imágenes del libro más conocido del naturalista y filósofo alemán Ernst Haeckel (1834-1919). El volumen Kunstformen der Natur (Formas artísticas de la naturaleza), publicado originalmente en dos partes (1899 y 1904), despliega 100 litografías que capturan las múltiples, ondulantes y geométricas formas que se encuentran en la naturaleza, en toda clase de organismos vivos como medusas, algas y estrellas de mar, helechos y coníferas, grandes y pequeños animales. Reeditado con frecuencia, el trabajo del investigador también especializado en botánica y biología -que difundió a Charles Darwin y creía en la “unidad de todos los seres vivientes”- fue muy bien recibido en el siglo XIX no sólo por los científicos sino también por el mundo del arte, la arquitectura y el diseño. Su influencia permanece.

En el siglo XXI, Gaspar Libedinsky trae las “formas artísticas de la naturaleza” al primer plano con una serie de imaginativas e inquietantes placas “pintadas” sin pigmentos. Son 10 obras que utilizan escobillones domésticos de diversos colores como pincelada. Con este nuevo fetiche (el escobillón) como herramienta artística, el artista genera un nuevo lenguaje. Los tonos y giros de la “pincelada” varían en intensidad según la compresión, tensión y rotación que aplica el artista con un acrilíco sobre los filamentos flexibles de los escobillones (solamente utiliza los cepillos) atornillados a una plancha de metal.

De lejos, las composiciones con verdes, grises y beiges, azules y celestes, anaranjados y amarillos, rosas y rojos, aparecen como ramilletes, plantas a punto de abrirse, estantes de un mercado popular con brillantes objetos, muestrarios de colores. De cerca, mayormente, las cerdas se ven arremolinadas y las obras lucen como formas indiscernibles pero provenientes del entorno natural. Pareciera que, como señala el artista, “plasman un universo explosivo de emociones que remiten a la naturaleza más salvaje: aquella que aún falta descubrir”.