Procesos creativos

Laura Egea: “Las piezas se entregan al mundo y son para que cada uno las lea como quiera”

Arquitecta y joyera contemporánea, es la única artista argentina seleccionada en el Madrid Design Festival. Sus piezas encierran un minucioso trabajo de investigación material, además de una búsqueda que pone el foco en el territorio. Nacida en Córdoba, el entorno de las Sierras Chicas y sus caminos dialogan con la escala de sus joyas topográficas.

Por Vivian Urfeig

14.03.2022

Primero fue una ruta. En el camino escenográfico El Cuadrado, que atraviesa el cordón serrano, el trazado de curvas y ondulaciones fue el disparador de una pieza disruptiva y premiada que se expone hasta fines de marzo en la VI Muestra de Orfebrería Contemporánea, en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid. El viaje inicial por los pastizales cordobeses que dibujaban formas orgánicas trascendió las panorámicas y mutó a una gargantilla XL, orgánica y disruptiva. “Fue un desafío que surgió a partir de una limitación y, finalmente, terminó funcionando como disparador creativo”, señala la diseñadora de la pieza, Laura Egea, arquitecta y docente de Morfología en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de Córdoba.

El reto fue material, ya que la joyera venía experimentando con metales. “Quise encontrar una manera de evitar las soldaduras sin técnicas convencionales. Así exploré la porcelana fría y sus posibilidades de transformación. El material es muy interesante porque se contrae al perder líquido”, agrega. A este juego de contracciones y transformaciones se sumaron los alfileres, los básicos que se consiguen en las mercerías, en todas sus escalas. Concebidos para sujetar textiles, Egea modificó su función original y les asignó un nuevo formato lúdico y decorativo. “El desarrollo fue minucioso y detallista. A medida que los presionaba surgían nuevas tramas posibles, un auténtico lienzo que se formaba con la presión de los dedos”, explica.

A sus 36 años, Laura Egea es la única artista argentina seleccionada en el Madrid Design Festival. Joya Topográfica, realizada con alfileres y porcelana fría/Gentileza Laura Egea.

Egea recordó la pantalla de agujas con las que jugaba en la infancia, aquella que permitía formar imágenes en relieve, tridimensionales, con el apoyo de la mano o cualquier objeto que desplazara las varillas metálicas. Entonces la porcelana se convirtió en el mejor soporte para los 800 alfileres bañados en plata. El resultado es la joya Topográfica, que encierra el perfil de los pastizales en movimiento y una mezcla original de materiales.

“Las piezas se entregan al mundo y son para que cada uno las lea como quiera”, apunta Egea, de 36 años, que en 2017 obtuvo el primer lugar en el Premio Moda, Arte y Diseño otorgado por el Museo de Arte Decorativo. La consigna del certamen tomaba a los 80 años de la institución como disparador creativo. Egea desarrolló Políperas, una joya multifución única en plata 925 que puede ser un anillo que se transforma en brazalete, aro, tiara o colgante. Inspirada en el objeto esfera del hall de entrada del museo, el trabajo contó con la mentoría de María Medici, reconocida joyera y también arquitecta. “Me apasiona pensar la multifuncionalidad en la portabilidad”, afirma Egea. La joyera ya definió su próxima investigación material que será sobre procesos químicos de cristalización.

Para las campañas de AHME, Egea cuenta: “Buscamos una señora mayor, cuya imagen fuera potente, que trascendiera lo meramente comercial, para focalizar en la cuestión de la diversidad y lo atemporal”. Gentileza Laura Egea.

Si Egea intuye un cambio en la forma de concebir la profesión en la era de la pospandemia, ese es el trabajo colaborativo. Las redes multidisciplinares, la puesta en valor del entorno y los intercambios profesionales actuaron como hilos que tejieron el destino actual. Hoy Egea forma parte de AMHE, un colectivo de joyeros que expone en Nueva York y trabaja en un taller abierto, un espacio que funciona en el bar-orfebrería Vendido, en el centro de Córdoba. “La diversidad es lo que enriquece el proyecto, que nació con la premisa de no limitar los accesorios al género. Jugamos mucho con el erotismo y la sensualidad, sin clichés”, afirma Egea. Completan el equipo Carolina Moya, Marisa Kesman y Lucas Pinto Dos Santos. Entre artistas plásticos, comunicadores, escultores y orfebres, AMHE lanzó una campaña que no pasó desapercibida. “Buscamos una señora mayor, cuya imagen fuera potente, que trascendiera lo meramente comercial, para focalizar en la cuestión de la diversidad y lo atemporal”, dice Egea.

Mientras atesora la retroalimentación que se genera con sus alumnos, Egea se detiene en sus referentes, protagonistas de su proceso creativo e inspiradores en potencia. Otto Künzli, orfebre alemán, por “provocador y disruptivo, me sorprende la complejidad en la síntesis de elementos simples”, señala. Además, cita a Marina Abramovic, representante del arte performático: “Pone el cuerpo como lienzo y lleva los materiales al límite buscando siempre interpelar al otro”. En tanto, la exploración de la percepción que propone Olafur Eliasson, artista danés reconocido por sus instalaciones, y las reflexiones sensoriales de Juhani Pallasmaa, arquitecto finlandés, cierran el círculo de referentes.

“Entiendo la joyería como una experiencia sensorial y siempre soy muy consciente del cuerpo como portador, la piel como límite”, concluye Laura Egea, arquitecta de esculturas portables, joyera de accesorios proyectuales.

Foto de portada. PH: Dolores Esteve García/Gentileza Laura Egea.