Nuevos paradigmas

Mariana Pittaluga: caligrafía y poder

La diseñadora gráfica acaba de publicar Puño & Letra, donde explica el cruce entre la escritura gótica y la hebrea, a la vez que releva cuestiones que fueron desestimadas en su campo de estudio.

Por Vivian Urfeig

08.03.2023

Letras que dicen mucho más que su significado. Signos que esconden historias de poder y a la vez, destacan omisiones. Caracteres con carácter y propósito desprovistos de ingenuidad. Mariana Pittaluga (40), diseñadora gráfica, especialista en Teoría del Diseño y Doctora en Arte Latinoamericano y profesora de la Mestría de Tipografía de la FADU (UBA), propone un safari caligráfico hacia el interior de las escrituras ancestrales. Una travesía cuyo punto de partida es el cruce entre la escritura gótica en diálogo con la hebrea. Estigmas, similitudes, diálogos y tensiones. La investigación tomó forma de libro objeto: Puño & Letra (Wolkowicz Editores) es una pieza de gran impacto estético que navega entre los vínculos políticos y culturales de la escritura. El volumen, escrito junto a Uriel Aiskovich (politólogo y ex director del Centro Hebreo IONÁ) se sumerge en los discursos sectarios y las invisibilizaciones.

“La tipografía no está exenta de los productos culturales, hablamos de la colonización hegemónica del alfabeto latino, un tema que se instaló hace poco tiempo en el campo tipográfico y que pone luz a cuestiones que han sido desestimadas y negadas para el diseño de tipografías”, señalan los autores desde la introducción. Para Pittaluga, uno de los ejemplos es el desarrollo de tipografías para lenguas originarias de Latinoamérica, que desde una posición hegemónica no contempla las minorías culturales. Pero también, la falta de participación de las mujeres en este campo.

“A partir de la escritura sagrada o rituales de la cultura hebrea podemos constatar que la participación femenina está menospreciada. Si bien hay soferet (escribas judías con facultades para transcribir la Torá) en realidad están prohibidas en el campo ortodoxo. En la corriente progresista están admitidas. Durante el proceso de armado del libro sólo pude establecer contacto con una soferet francesa para entrevistarla”, comenta Pittaluga. “En el libro quedan muchas ventanas abiertas, líneas de reflexión que dan para profundizar muchísimo el tema. Más que de la invisibilización, de la prohibición del acceso a las mujeres a estos ámbitos. El lugar de las rabinas también es polémico”, subraya Pittaluga. La autora revela que su interés por la cultura judía surgió desde chica: “Si bien mi padrino no es religioso, fue gracias a él que conocí aspectos del judaísmo muy interesantes”.

“La tipografía no está exenta de los productos culturales, hablamos de la colonización hegemónica del alfabeto latino, un tema que se instaló hace poco tiempo en el campo tipográfico y que pone luz a cuestiones que han sido desestimadas y negadas para el diseño de tipografías”, explican Pittaluga y Aiskovich en el prólogo de Puño & Letra. Gentileza Mariana Pittaluga.

Pittaluga es la mayor de tres hermanas. El vínculo con ellas está grabado en su piel. Con cuatro tatuajes su cuerpo como lienzo expresa sensaciones. Lo hace a partir de distintas palabras y caligrafías que la representan: las de las diseñadoras gráficas y calígrafas Lili Souss, Betina Naab y María Eugenia Roballos. En la espalda lleva tatuada la palabra meèimei, que en chino significa "hermanas menores". En los brazos se destacan la frase en italiano L'albero della vita ("el árbol de la vida"), un homenaje a su ascendencia que plasmó cuando nació su sobrino. Y Vai avanti ("sigue adelante", también en italiano), la marca que quiso perpetuar cuando murió su abuela. Todá, "gracias" en hebreo, por “la relación con mi padrino”, completa la colección que, asegura, “va por más, hay lugar”.

Pittaluga, editora de Fuera de la caja y compiladora de Visiones sobre el rol social del Diseño (2020, Wolkowicz Editores), y Metele más Diversidad (2023, con la misma editorial), confiesa que de chica no se destacaba especialmente por su linda letra. Sin embargo, reconoce en un pequeño objeto el origen de su pasión: atesora El ABC del Letrista, un libro antiguo de su abuela, que simboliza, dice, el kilómetro 0 de este viaje.

Dime que eres gótica sin decir que eres gótica

A partir del cruce entre el alfabeto gótico y el hebreo, Puño & Letra abre preguntas: ¿cuáles son las razones por las que se le adjudican determinadas connotaciones y características a este alfabeto? ¿Cuál es la historia política de la gótica? “Si hacemos el mismo ejercicio con respecto a la caligrafía hebrea en el acto de escritura de la Torá, nos encontramos con aspectos que, según nuestro análisis, casi no han sido abordados”, plantean los autores. Pittaluga ensaya un camino: “Ambas caligrafías están ligadas a una de las ambiciones humanas más importantes: representar en la materialidad del texto la palabra atribuida a Dios. Por un lado, la gótica, encarnando la letra de la resistencia al ser elegida por Lutero para su versión de la Biblia; y por el otro, la performática caligráfica del hebreo para escribir los rollos de la Torá, recreando la revelación del Sinaí. La caligrafía se transforma en la tecnología adecuada para representar el ideal más poderoso y, detrás de esta manifestación, un complejo tejido de redes y relaciones, con jerarquías, privilegios, verdades y formas de ver el mundo”. Las letras como performance artística invitan a analizar la construcción de textos milenarios y sugieren muchas más preguntas que respuestas. “Me interesa el debate, las preguntas más que las respuestas, el análisis de un objeto de estudio, el cruce interdisciplinario”, enumera Pittaluga.

Gentileza Mariana Pittaluga.

Referencias femeninas: un tema pendiente en la facultad

De la secundaria, en la Escuela de Cerámica Fernando Arranz, de Villa Luro, salió con el título nacional que la habilitaba para dar clases de plástica en colegios primarios. “Sin saber que con el tiempo esa práctica se llamaría lettering me apasionaba esa materia que hoy investigo”, explica Pittaluga. El paso a la universidad fue casi cantado. Aunque, a medida que avanzaba su vida académica, reconocía que la repetición de referentes masculinos se sostenía en el tiempo. “Está muy naturalizado que no haya mujeres en la historia del diseño. Pocas diseñadoras, poquísimas tipógrafas. No era fácil encontrar bibliografía. Hoy por suerte contamos en la UBA con la cátedra Diseño y Estudios de Género de Griselda Fresler”, señala.

Además de las clases, la editorial y el podcast, Pittaluga dirige el área de diseño del Poder Judicial, a la que define como “una institución muy tradicional y piramidal”. Entre las problemáticas de género que tuvo que atravesar, su propia imagen jugó un rol clave. “Parezco más joven de lo que soy y ante cada presentación tenía que lidiar con desautorizaciones y frustraciones. Dejé mucha energía en los últimos años demostrando mi capacidad y mi saber. Un esfuerzo extra para justificar mis argumentos. La gestión de Diana Maffía, en este sentido, es excelente”, dice sobre la doctora en filosofía y directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires.

Cuando tuvo que completar la dedicatoria del libro, Mariana resumió en 10 palabras el proyecto personal que la atraviesa: “A mi futuro/a hijo/a que ya falta poco para conocernos”, escribió. “Estoy convencida de que los vínculos se construyen, como el que armé con mi padrino”, señala la diseñadora, quien desde hace varios meses está construyendo su vínculo con su hija y es una ferviente militante del colectivo #adoptenniñesgrandes. “Creo en una maternidad construida sobre la base de la presencia y no de la genética”, subraya.