Trending topics

Paul Verhoeven, un enfant terrible a los 82

Cannes 2021 recibirá con los brazos abiertos al revulsivo que necesita. Benedetta llevará al cineasta de Robocop y Elle nuevamente a la Riviera Francesa tras cinco años. Lo que se sabe de su nueva provocación en francés y los pesos pesados con los que se enfrentará.

Por Nicolás Mancini

07.06.2021

En el libro Film Curiosities, de Richard T. Kelly, hay un apartado muy original dedicado a Paul Verhoeven. Es un top 10 de momentos en los que el director mostró escenas de sexo que el recopilador consideró que fueron gratuitas. Los puestos prácticamente no repiten títulos. El “holandés errante”, como lo apodan unos cuantos, filmó a Rutger Hauer jugando a ponerse bigotes con vello púbico y una película de estudios como Showgirls interpretada durante una hora promedio por mujeres sin remera ni corpiño... y salió airoso.

“Jamás cambiaré un guión para no provocar”, dijo alguna vez a El Periódico. Verhoeven sabe jugar con la cámara y es uno de los pocos a los que se le celebra casi cualquier concesión. La nueva peripecia de la leyenda se titula Benedetta y viene con promesa de provocación desde la premisa del argumento. Se trata de una adaptación de la novela Immodest Acts: The Life of a Lesbian Nun in Renaissance Italy, de Judith C. Brown, libro que cuenta la historia de Benedetta Carlini, una monja que mantiene un romance prohibido con otra en pleno siglo XV. Sumado al embrollo que significa una aventura erótica como esta en un contexto impregnado de catolicismo, la protagonista tiene visiones y no sabe por qué.

Quien tampoco sabe el porqué de sus presagios es Verhoeven. Filmó una película hace tres años, cuando la paz reinaba en la Tierra, que se desarrolla en un convento de Pescia con una epidemia de fondo. “Se trata del estallido de la peste en una ciudad de Italia y resulta ser muy profético”, dijo en NPO Radio.

Virginie Efira, actriz que hace de Benedetta, aseguró en Collider que en la película hizo cosas al “estilo Verhoeven”. “Todo lo que está en el centro de su cine, religión, sexo y violencia, se encuentra allí”, reveló por otra parte a Vogue París. La francesa es una estrella en su país. Actúa en prácticamente tres películas por año y ya trabajó bajo las órdenes de directores y directoras de renombre como Catherine Corsini, Anne Fontaine y Joachim Lafosse. El vínculo amoroso de su personaje en Benedetta es el encarnado por Daphne Patakia, a quien por ahí se la tiene de cara por Nimic, reciente trabajo del griego Yorgos Lanthimos. El reparto también cuenta con la participación de una apenas conocida Charlotte Rampling.

En una nota con Premiere, Efira dijo que durante el rodaje de Elle, última película estrenada de Verhoeven, el realizador no se fijó especialmente en su trabajo. Ahí hace de Rebecca, la vecina de la protagonista. Pero una vez terminadas las grabaciones, el productor del film le contó que el holandés estaba escribiendo una nueva historia pensando en su interpretación. Lo que siguió fueron encuentros y la propuesta firme de convertirse en Benedetta. Sin embargo, la pregunta que le hizo el holandés no fue limpia. Antes del apretón de manos, de la firma del contrato, Verhoeven le consultó a su musa qué cosas estaría dispuesta hacer físicamente por el personaje. En esa conversación, ella le dejó en claro que no consideraba a Carlini un obstáculo: ”Estaba dispuesta a seguirlo con los ojos cerrados”.

En sintonía con la soltura y el desparpajo de sus películas, Verhoeven se la pasó de perlas durante el rodaje de Benedetta. “En su proceso creativo, tanto con los actores como con los técnicos, se empodera mucho. Su experiencia y su sabiduría hacen que se sepa que es un trabajo común y ofrece de inmediato la posibilidad de que todos se liberen. Y un deseo contagioso de superarse a uno mismo”, reconoció Efira.

Como lo esperaba, las escenas jugadas no le fueron dificultosas a la actriz de 44 años: “Esta idea de que el sufrimiento debería acompañar absolutamente a la creación no aplica a Paul, que tiene un humor loco en su vida. Su trabajo y su película lo obsesionan pero sin espíritu de seriedad”.

Las etapas de la obra de Verhoeven son tan variadas como las escenas eróticas que aparecen en el libro de Kelly. Filmó películas en holandés, inglés y francés (este idioma logró intimidar en Elle) y experimentó con varios géneros. A pesar del encasillamiento que pueden generar las reglas de los melodramas, las comedias o las películas de ciencia ficción, Verhoeven siempre se distinguió por sus despreocupados e incisivos planos. Benedetta vendría a formar parte del momento más refinado y celebratoriamente solemne del cineasta, que podría decirse que comenzó en 2006 con Zwartboek (Black Book). Aquel año, festivales como Venecia y premiaciones como los BAFTA reconocieron a una película que marcó historia en su país: fue la más cara de Holanda, después la más exitosa y dos años más tarde los locales la eligieron como la mejor nacional desde la invención del cinematógrafo.

Zwartboek condujo a Verhoeven nuevamente al cine bélico después de Soldaat van Oranje. Al igual que esa película, la historia se desarrolla en la Holanda ocupada por los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Quien lleva adelante la historia es nuevamente una mujer que debe luchar contra las adversidades de su contexto. Una joven judía interpretada por Carice van Houten (si vieron Game of Thrones la conocen como Melisandre) se une a la resistencia y se infiltra en un cuartel de la Gestapo con el objetivo de conseguir información para rescatar a unos combatientes que fueron atrapados.

En su etapa refinada, Verhoeven se codea con estrellas de “cine arte” y cuenta historias sólidas y serias, pero en definitiva no deja de jugar. El primer holandés, ese que no era tan errante y se atrevía a cualquier cosa, siempre está presente a pesar del contexto. Elle, al igual que Zwartboek, recorrió todas las competencias y festivales relevantes de su año y estuvo en una treintena de listas de top 10 confeccionadas por los críticos de diferentes medios internacionales. Ese 2016 se habló mucho de su regreso a las grandes ligas, ya que no estrenaba un film hacía diez años por no encontrar la historia indicada. El ¿thriller? negrísimo liderado por Isabelle Huppert no dejó indiferente a nadie: se alejó de los envases del género, fue el más políticamente incorrecto de acuerdo a la época de su estreno y contribuyó a que la actriz principal tuviera una de las mejores interpretaciones de su carrera. Resignificó el cine de sus comienzos con construcciones narrativas pulidas, pero igual de asesinas.

David Birke, guionista de Elle, fue el responsable junto con Verhoeven de llevar al guión la novela de Brown. La segunda colaboración del director con el guionista habla acerca de que Benedetta podría seguir el camino de Elle. También ayuda la aparición del título en la Selección Oficial de Cannes 2021.

Verhoeven, al igual que sucedió con su anterior film, estrenará mundialmente su película en la Costa Azul. La lista de títulos que van por la gloria en el festival más importante del mundo difícilmente encuentre dentro de las últimas alguna que la supere. El retraso de los estrenos por la pandemia hizo que los pesos pesados se aglomeraran en una sola competencia listos para abatir a Spike Lee, presidente de la edición número 74. El show comenzará el 6 de julio y terminará el 17 de ese mes.

El mismo día que Jodie Foster se presente en el Palais des festivals y reciba la Palme d’or de honor por su trayectoria, Anette, de Leos Carax, inaugurará el banquete. Adam Driver y Marion Cottillard se mostrarán juntos en un extraño musical con el sello inconfundible del francés. Harán de monologuista y estrella de la canción y llevarán a La La Land a la estratósfera. Sin dudas, de lo más prometedor.

El once inicial de la selección de Cannes 2021 podría conformarse por: Carax, Verhoeven, Ryusuke Hamaguchi, Sean Penn, Wes Anderson, Bruno Dumont, Sean Baker, Nanni Moreti, Francois Ozon, Asghar Farhadi y Mia Hansen-Love.

El banco de suplentes es interesante porque aparecen directores y directoras con un puñadito de películas resonantes que los alejaron del lugar de promesa y los convirtieron en profesionales confiables. Una es Julia Ducornau, que presentará su nuevo trabajo después de la genial obra del extremismo francés Raw. Otro es Nadav Lapid, que acaba de pegarla con Synonymes. Juho Kuosmanen volverá después de ganar Un certain regard con la excelente The Happiest Day in the Life of Olli Maki y Joachim Trier después de conseguir que el mundo hablara de él por el film de terror Thelma.

En Un Certain Regard, la sección B del festival en la que siempre destaca algún latinoamericano, esta vez solo hay una representante que habla en español. Es Tatiana Huezo, directora mexicana que presentará Noche de fuego.

Fuera de competencia llamaron la atención las participaciones de Todd Haynes y Tom McCarthy. El primero llega con un documental sobre The Velvet Underground y el segundo con una película con Matt Damon que, de recibir aplausos, probablemente veremos en la nueva temporada de premios. En Cannes Premieres, otra sección aparte de la oficial, Oliver Stone mostrará un trabajo documental sobre JFK y el surcoreano Hong Sang Soo, plato fuerte de cualquier festival del dos mil en adelante, estrenará In Front of Your Face. Las proyecciones especiales también tienen lo suyo: Karim Ainouz, el brasileño de La vida invisível de Eurídice Gusmão, representará a Sudamérica con Mariner of the Mountains.

La frutilla del postre será The Year of Everlasting Storm, una suerte de proyecto secreto. Es una película de cortometrajes que narran momentos únicos en el tiempo. Son siete historias dirigidas por realizadores y realizadoras de alto calibre. Hay cortos de David Lowery, Julia Ducornau, Jafar Panahi y Apichatpong Weerasethakul, entre otros.