Hasta el 31 de marzo se puede visitar el evento en la capital española que celebra las distintas disciplinas del diseño: arquitectura, diseño gráfico, comunicación, interiorismo, entre otras.
Por Vivian Urfeig
05.03.2024
Celebrar a los maestros, potenciar a las voces emergentes, poner en valor las prácticas ancestrales y cuidar el planeta para construir una mirada más amable de cara al futuro. La agenda del VII Festival de Diseño de Madrid, realizado durante febrero y marzo, cruza problemáticas que invitan a reconquistar valores propios desde disciplinas que combinan la creatividad, la tecnología, la historia y el saber hacer.
Las calles de Madrid, sus museos, instituciones académicas, showrooms y centros culturales se transforman en el escenario al que se suben exposiciones, instalaciones, charlas y workshops abiertos, gratuitos y para todos los públicos. Desde El Matadero, hasta Tetuán y el Barrio de las Letras, pasando por el Palacio Real, Salamanca y Chamberí, el festival postula a la ciudad como capital del diseño a partir de propuestas innovadoras en arquitectura, interiorismo, diseño gráfico, joyería contemporánea y artesanía, entre otros.
“Democratizar el diseño es el objetivo. Creemos que es un lenguaje capaz de generar metodologías, cambiar mentalidades, alterar positivamente nuestro entorno y, sobre todo, de rediseñar el mundo”, subraya Álvaro Matías, director y creador del evento. Esta consigna funciona como hilo conductor en la séptima edición del festival, que cuenta con 257 actividades, 50 instalaciones y 713 profesionales.
La inmigración como parte del entramado, la artesanía como el ADN del pasado que se proyecta en perspectiva, la tecnología como una herramienta clave del diseño. Pero también los saberes manuales que siguen vigentes y el rescate de aspectos históricos, muchos de ellos dolorosos, que permiten mapear el presente desde múltiples miradas. El festival asume la voluntad catalizadora que estimula a la comunidad del diseño, que conjuga la trayectoria de referentes con los aportes de la nuevas generaciones. Una estrategia que, en la práctica, amplió los públicos e instaló problemáticas vinculadas al urbanismo, la gestión ambiental, la gentrificación y la identidad en distintos formatos. Madrid como pieza clave en la industria cultural española brilla en todo su esplendor.
Celebrar al maestro
Entre las exposiciones más importantes se destaca Miguel Milá. Diseñador (pre)industrial, un gran homenaje al pionero del diseño industrial español. Milá, de 93 años, es una parte clave de la historia del diseño español. El componente emotivo de la muestra, que incluye más de 200 piezas icónicas, es que uno de sus hijos es el curador. Gonzalo Milá, también diseñador industrial, recopiló herramientas, bocetos y documentos originales de su padre, autor de piezas icónicas como las lámparas TMM y la Cesta, entre muchas otras, y con una extensa carrera que aún continúa, marcada por la búsqueda de la simplicidad. Muchos se sorprendieron cuando su hijo reveló el origen del nombre de la colección Tramo: “Mi padre tenía hermanos más grandes que se las ingeniaban para no hacer las tareas domésticas, que finalmente recaían en él. Así fue que a los mandados o al orden de la casa los llamó Trabajos Molestos. El apócope, Tramo, define a las colecciones de luminarias y luego a la empresa que fundó para producirlas”.
Ganador de un Compasso D’Oro, Milá aplicó siempre la economía de recursos en sus proyectos, tanto para entornos domésticos como para espacios públicos. En mobiliario, utensilios, mesas o sillas, se reconoce el ADN Milá: función, ingenio y tecnología, con el usuario en el centro de la escena. "Diseñar es ver la vida con lupa" es una de sus frases más celebradas de la muestra, desarrollada en el Centro Cultural Fernán Gómez.
En este centro cultural también se puede ver la muestra Sillas: Iconos del diseño moderno, un mapeo por la historia del diseño industrial desde el siglo XIX hasta la actualidad. Más de 80 piezas de la Colección Alexander von Vegesack – Domaine de Boisbuchet, el fundador del Museo Vitra, que facilitó piezas originales de Michael Thonet, Charles Rennie Mackintosh, Mies van der Rohe, Marcel Breuer, Charlotte Perriand, Le Corbusier, Alvar y Aino Aalto, Charles y Ray Eames, Frank Gehry y Philippe Stark, entre otros. La exposición funciona como un GPS de la metamorfosis de este dispositivo clave, rediseñado hasta el infinito.
Tecnología y artesanía van de la mano
Collaboratio, instalada en el majestuoso Palacio Santa Bárbara, reflexiona y pone en valor la colaboración entre artesanos, diseñadores y editores de diseño. Con la presencia de maestros artesanos, Takumis, que establecen un diálogo entre España y Japón, se pueden ver 25 piezas diseñadas por artesanos y diseñadores, como Kuniko Maeda, que exploró las posibilidades del papel reciclado a partir de la técnica ancestral del Kakishibu. Se trata de un barniz natural hecho de fruta de caqui verde que resulta resistente al agua y repele insectos. “Me interesaron las plantillas de papel tradicionales para la impresión textil japonesa”, señala Maeda.
“A menudo se confunden los términos colaboración y cooperación. En el segundo caso, se trata de ayudar a alguien a alcanzar su objetivo propio. Sin embargo, la colaboración implica una situación más interesante y profunda en la que dos personas de distintos ámbitos trabajan juntas con un objetivo común. Este objetivo requiere de flexibilidad y apertura por ambas partes, tanto artistas como diseñadores y artesanos deben entenderlo como un impulso, un reto que implica aprendizaje mutuo y superación personal, como un motor para la innovación y la excelencia artística que se da en esa insuperable ecuación que es la suma de manos y mentes”, apunta Ana Domínguez, de SACo (Sociedad Artesanía Contemporánea) que, en conjunto con la marca de autos japoneses Mazda, desarrollaron esta iniciativa.
Ciencia, tecnología y mapping
A partir de las 7 de la tarde, cuando baja el sol y todo se apaga, se enciende, en tanto, la enorme pared medianera del centro cultural Caixa Forum, un jardín vertical a pasos del Museo Reina Sofía. Nexos es el nombre del mapping que proyecta un recorrido, y un homenaje, al trabajo del investigador español Santiago Ramón y Cajal, pionero de la teoría neuronal que ratifica su influencia multidisciplinaria. Para unir estos “nexos”, los diseñadores Iria del Bosque, co-fundadora del estudio MIL 111 Lab, y Borja Bernárdez programaron un “viaje a través de las redes neuronales biológicas, las redes que representan la inteligencia artificial basadas en la teoría de Ramón y Cajal y la conexión que hay entre las redes que rigen al cosmos y las galaxias y al cerebro”, en palabras de Iria del Bosque. De fondo, las imágenes conectan puntos lejanos, que se acercan y entrelazan en una coreografía vegetal.
Al rescate patrimonial
El Matadero de Madrid carga un innegable historial carnívoro: hasta 1996 funcionó allí el Mercado Municipal de Ganados. Hoy se dio vuelta la página y lo que supo ser un gran referente de ganadero es un centro de arte contemporáneo, de innovación y cultura, a orillas del Manzanares. Para el New York Times es el “espacio alternativo más innovador para el arte de Madrid”. Aquí se expone From Spain with Design: Identidad y Territorio, organizada por READ con la colaboración de la Asociación de Diseñadores de Madrid. El eje curatorial delineado por Gloria Escribano, abarca : «Identidad y territorio», «Intersecciones», «Internacionalización», «Sostenibilidad» y «Complicidades». Y reúne a los mejores diseñadores de la escena española junto a 100 piezas icónicas. Entre los hitos: Follow Me, la lámpara de Inma Bermúdez; Totem, de Martín Azúa; Anémona, de Idoia Cuesta; o la consagrada Bota, de Noviembre Estudio. También se pueden encontrar piezas de diseñadores emergentes como la silla Bolina, de Amalia Puga, que recolecta redes de mujeres pescadoras. Además, la provocadora gráfica activista de Un mundo feliz; el vestido Barbian de Kos para el artista Rodrigo Cuevas; las texturas cerámicas de estudihac para Harmony; Gochi y la vajilla de porcelana de Coockplay-Ana Roquero, entre otras. El resultado es una explosión de voces con acento español de todo el territorio, en un marco imponente que resignifica la traza urbana de Madrid.
En tanto, el ILE (Institución Libre de Enseñanza) es otra de las sedes donde late diseño. Allí se realizó la entrega de premios, que este año, recayó en Piet Hein Eek, de Países Bajos, reconocido por el acento que pone en desarrollos a partir del reciclaje. Miguel Milá también recibió un premio a la trayectoria. Irma Boom, diseñadora gráfica neerlandesa, fue de la partida, por su trabajo como editora artesanal de libros.
Galerías, showrooms y salas. Talleres, laboratorios, estudios y librerías. Centros culturales, instituciones académicas y usinas creativas: Madrid abre las puertas de la innovación. El Festival Internacional de Diseño es la llave maestra y “rediseñar el mundo”, la consigna que acciona aperturas transformadoras.