Procesos creativos

Sael, coleccionista serial de simetrías interactivas

Conversamos con el diseñador marplatense sobre su ambición de concientizar sobre los problemas del medio ambiente y el cambio climático a través de sus obras.

Por Vivian Urfeig

20.05.2022

Cuando el diseñador José Francisco Alfonso, más conocido como Sael, recibió el mail donde le confirmaban que su pieza Happy Planet había sido seleccionada en el concurso organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Museo del Clima de Nueva York, supo que podía sumar una misión más a su lista de proyectos: la de concientizar con su obra sobre temas de medio ambiente y cambio climático. Por segunda vez el diseño de una bandera suya flamea en el Rockefeller Center, a partir de un certamen de instalación de arte urbano organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Museo del Clima de Nueva York. En 2021, otra bandera titulada Emoji_On flameó junto a las que firmaron Jeff Koons, KAWS, Marina Abramovic, Shantel Martin, Christian Siriano y Laurie Anderson, entre otros postulantes. Con un pie en Nueva York y otro en Tokio, Sael puso en pausa su agenda y detuvo su mirada en Mar del Plata, su ciudad natal, con un proyecto que pretende impulsar y potenciar las industrias creativas.

Emoji_On Happy Planet: la bandera creada por Sael ganadora del certamen de instalación de arte urbano organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Museo del Clima de Nueva York. Gentileza Sael.

Su colección de experiencias visuales, de colores estridentes y líneas geométricas persiguen un objetivo: “Ser feliz en un planeta feliz para ir hacia un futuro mejor, más justo y sostenible”. Sael es puro optimismo. De hecho, se autodenomina “poptimista”. Integrante de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y ganador de dos premios Latin American Design Award (2017 y 2018, por el diseño de portadas para la revista Viva), su trabajo navega entre los abordajes multidisciplinarios: arte, ilustración, dibujo, diseño gráfico, comunicación visual, moda, intervenciones urbanas, murales, esculturas e instalaciones experimentales.

A partir de estas multi plataformas, el “universo Sael” suma galaxias y planetas alineados en perfecta simetría. “Una conexión con el niño interior”, dice el explorador de equilibrios constantes que asume los riesgos de la creatividad. “Crear es arriesgar”: la frase que lo identifica integra el Vol I del libro Conversaciones sobre Diseño y Creatividad (Editorial Capitular), la publicación que indaga sobre inspiraciones, pesadillas y el origen de las ideas innovadoras. “Todos los proyectos surgen desde el riesgo, unos brindan más aprendizajes que otros. Es lógico, uno no tiene todo tan claro. Por eso trato de seguir la intuición”, subraya Sael.

Las banderas ganadoras del certamen de instalación de arte urbano organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Museo del Clima de Nueva York tienen el privilegio de ser expuestas en el Rockefeller Center. Junto a Sael, otros de los galardonados fueron Jeff Koons, KAWS, Marina Abramovic, Shantel Martin, Christian Siriano y Laurie Anderson. Gentileza Sael.

¿Cómo es el proyecto para transformar Mar del Plata en una ciudad creativa?

Se llama OSTRA (Organización Social para la Transformación Creativa de Mar del Plata) y es una plataforma, una usina de nuevas ideas, políticas y conceptos culturales que forman un nuevo ecosistema de desarrollo artístico, cultural, económico, social y privado con una identidad visual definida. La primera acción fue una caminata creativa. Salimos con cuadernos en blanco por la ciudad y la playa para anotar, dibujar y bocetar las ideas que iban surgiendo. Mirar la trama urbana desde otro lugar, indagar a pie los rincones, fue un ejercicio que promovió encuentros e interacciones. Y eso es lo que más disfruto, la mirada proyectual con base en la imaginación.

¿Explorar en vivo las interacciones con la gente también es parte del riesgo?

Trasladar lo digital a lo físico, llevar los vectores del Ilustrator a la vida real invita a una construcción en vivo, a conectar con las personas. Es un riesgo, desde ya, pero muy satisfactorio. Durante la presentación del libro Extraordinario Planetario (editado por el estudio de diseño gráfico Zky Sky) intervine la ropa del público con tiras vinílicas. La misma experiencia la repliqué en varias ocasiones, forma parte del hacer además de la acción de crear. Indago sobre obras en movimiento, me interesa abarcar lo más posible el concepto de iteración, de instalación en desarrollo.

Retratos intervenidos para la vía pública. Gentileza Sael.

A contrapelo del Metaverso, donde se impone la dinámica physical

Claro, al revés. Me interesa indagar en lo mejor de los dos mundos, el cosmos y el Planeta Tierra. Si hay algo que rescato de la movida de las NFT (token no fungible) es que el diseño como disciplina acceda a derechos de autor de las imágenes a largo plazo. Ojalá suceda.

¿Cómo evaluás la experiencia Power Unit Project, donde tus obras aparecían espontáneamente en distintas ciudades para que la gente se las llevara?

Dejar las obras en la calle y ver qué pasa trae mucha adrenalina. Hoy el formato de galería está en plena transformación. No se trata de ponerle un valor económico a una pieza artística, ahora busco cumplir otro objetivo: el de la concientización. Las obras tenían un mini GPS incorporado, lo que me permitió mapear su recorrido en Tokio, Barcelona y Nueva York, entre otras. Junto a Agustina Ruiz (diseñadora industrial) armamos un kit de viaje, con las obras enmarcadas dispuestas a salir al mundo. Hoy, las ciudades son galerías y representan a la sociedad que las habita. En Tokio, por ejemplo, no las agarraba nadie. Cada cultura es un universo a explorar.

Sael se autodenomina “poptimista”. Es integrante de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y ganador de dos premios Latin American Design Award (2017 y 2018, por el diseño de portadas para la revista Viva), su trabajo navega entre los abordajes multidisciplinarios: arte, ilustración, dibujo, diseño gráfico, comunicación visual, moda, intervenciones urbanas, murales, esculturas e instalaciones experimentales. PH: Noe Fernández/Gentileza Sael.

Su adolescencia en Mar del Plata fue el punto de partida de un recorrido infinito. Allí fabricaba cuadernos artesanales y recorría la costa atlántica a pie con su mochila llena de diseños geométricos. Esos recorridos iniciales siguen latentes. Sael camina por Buenos Aires “porque el movimiento genera movimiento”. Su huella también llegó a Tokio, donde desarrolló la identidad visual de la firma de máscaras faciales de protección Plus 3. “Caminé muchísimo, entendiendo el lenguaje gráfico de esa cultura e incorporándolo para comunicarme. Puro sentido común en letreros y cartelerías”, recuerda. También recorrió Misiones, donde desarrolló una escultura efímera en el Parque del Conocimiento, en el marco del programa Misiones Diseña. Y transformó emojis propios en señaléticas para ubicar en distintos puntos del planeta. Sael, un ciudadano gráfico universal.

Foto de portada. Escultura efímera realizada con cajas de cartón para intervenir el espacio, en el marco de Misiones Diseña, Parque del Conocimiento. Gentileza Sael.