Fabian Casas

Procesos creativos

Fabián Casas: “Los personajes están vivos para un escritor”

Entrevistar a Fabián Casas se disfruta por varias razones: a la velocidad de su pensamiento incandescente suma neologismos que despiertan curiosidad no sólo por su originalidad sino porque resulta llamativo que no existieran hasta que los mencionó. Escucharlos es como descubrir un sabor nuevo de helado.

Por Damián Damore

23.08.2023

Casas conserva en su memoria decenas de historias: de su infancia hogareña se destacan las relacionadas a la troupe de Alberto Olmedo (su padre fue actor del elenco de No toca botón y secretario personal del capocómico); también guarda un jugoso anecdotario de las redacciones en las que trabajó como periodista y editor. Es autor de libros de poemas, ficciones y ensayo y publicó entre otros títulos: Los Lemmings, Ensayos Bonsai, Horla City, Ocio, Titanes del coco, Últimos poemas en Prozac. En breve, Planeta publicará El parche caliente, volumen que reúne el primer guión de cine que escribió (Jauja, de Alonso, en 2014), que incluye escenas o diálogos que el director no utilizó. “No se entiende nada”, dice con su gracia habitual acerca de su nuevo trabajo.

Casas fue integrante de la llamada “generación del ’90”: jóvenes poetas que comenzaron a escribir en el auge del menemismo nucleados en la mítica revista 18 Whiskys. Ph: Arturo Aguiar

Escribís novela y poesía, ¿cuáles son las diferencias sustanciales a la hora de escribir cada género? ¿Escribir poesía implica menos disciplina?

Para mi no hay diferencias sustanciales. Entiendo la idea de género como algo tranquilizador y me gustan los conceptos que no se tranquilizan. En todo caso, hay algo del orden de la respiración: la prosa es una respiración más larga y el poema -escrito en verso- es una respiración con cortes. Pero un ensayo puede tener poesía y muchas veces he contado en versos un ensayo de Montaigne. 

¿Los escritores comparten las formas de trabajo o es un tabú entre ustedes?

Creo que uno comparte las formas de trabajo con todas la personas, no necesariamente con un escritor. Es decir que sí podés compartir formas de resolver problemas con un escritor, pero no es algo que necesariamente se haga entre escritores. Escribiendo ensayos yo los compartía con gente que no sólo no escribía sino que no pensaba como yo, eso me enriquecía mucho.

En las novelas, ¿sentís que los personajes te dicen qué escribir?

Los personajes están vivos para un escritor. Si no se estabilizan y mueren en la página. Uno tiene que tener una relación de desapego para seguir al personaje y no para hacerle hacer cosas.

¿Cómo se sale de un bloqueo?

Como hizo Cuba, pidiéndole ayuda a la Unión Soviética.

Su trabajo de guionista para películas como El jockey de Luis Ortega o Jauja y Eureka de Lisandro Alonso tal vez sea la faceta menos conocida del autor pero, según manifiesta, también la que más expectativa le genera. Ph: Arturo Aguiar.

¿Escribir guiones es cómo escribir qué?

No soy guionista aunque escriba guiones. Siempre escribo con otra gente, con lo cual para mí es una experiencia colectiva: pero la poesía también me parece una experiencia colectiva. Uno se individua siempre en el caldo de lo colectivo y  paradójicamente, hay algo en uno que no se puede nunca inidividualizar, un excedente del ser que vuelve como angustia. De ahí los geniales versos de Joaquín Giannuzzi: hay algo en uno que no encaja en nada. 

Supongo que habrás escuchado alguna vez el término escritura creativa, cómo un concepto new age de la escritura, ¿qué reflexionas sobre el término?

Creo que la escritura creativa es una etiqueta que se usa en las universidades norteamericana y que se empezó a usar acá. Realmente no sé qué querrá decir. Es otra etiqueta tranquilizadora.

 

Fabian Casas

Incursionó en poesía con libros como Tuca y El Salmón; y también publicó dos novelas (Ocio y Titanes del coco), cuatro libros de cuentos y varias compilaciones de ensayos y dos obras de teatro, Luis Ernesto llega vivo y Los Teresos, ambas publicada por Blatt&Ríos. Ph. Arturo Aguiar