Design frontiers

Héctor Esrawe: "La esencia de lo que hago es una construcción participativa"

Conversamos con el diseñador mexicano al frente de Esrawe Estudio, considerado hoy uno de los Top 100 Creativos 2021 por las revistas AD Alemania y AD México.

Por Silvina Vitale

09.09.2022

Si bien se formó como diseñador industrial, Héctor Esrawe proyectó su carrera desde una visión colaborativa, a partir de la cual visita permanentemente distintos intereses. Lejos de encasillarse en una doctrina, su estudio alberga otras con una metodología de trabajo, basada en la interdisciplina e impulsada por su deseo continuo de aprender. “Lo que ha sido una constante en mi trayectoria es la inquietud por entender otras posibilidades del diseño”, sostiene.

Premiado y reconocido a nivel internacional, el diseñador mexicano lanzó Esrawe Estudio en 2003 desde donde aborda gran variedad de tipologías como mobiliario y objetos, interiores, espacios comerciales, instalaciones y exhibiciones culturales. Considerado uno de los Top 100 Creativos 2021 por las revistas AD Alemania y AD México, trabajó con algunos de los más prestigiosos arquitectos de su país -como Tatiana Bilbao, Manuel Cervantes, Mauricio Rocha, Gabriela Carrillo y Francisco Pardo, entre otros-.

Su visión se aleja de lo estático, de lo repetitivo, de la comodidad y de un estilo o fórmula. “No hay una intención de tener un estilo o un lenguaje que sea identificable porque no creo en el estilo, creo en el contexto y en el momento, en los materiales y en la exploración”, asegura. Los oficios artesanales, lo hecho a mano, tienen también un lugar destacado en su obra.

Actualmente, una parte de su trabajo se encuentra en la colección permanente del High Museum of Art en Atlanta, como es el caso de la banca Centípede y la colección de joyería Vestigios. Su obra más reciente -Frecuencia, Fragmento, Aero, Solsticio y Parábola-, fue exhibida en MASA Galería, Gallery Weekend CDMX 2021 y Chic by Accident Gallery.

Izquierda: Lámpara Solsticio. PH: Alejandro Ramírez/Gentileza Esrawe Estudio. Centro: Retrato de Héctor Esrawe. PH: Maureen M. Evans/Gentileza Esrawe Estudio. Derecha: Frecuencia Bench. PH: Alejandro Ramírez/Gentileza Esrawe Estudio.

Tu trabajo se aleja de las fórmulas, ¿por qué?

De alguna manera, se trata de no tomar una fórmula como una solución de vida, sino por el contrario, buscar no estar cómodo, buscar el aprendizaje constante. Lo que me mantiene seducido con mi profesión es esa posibilidad de participación colaborativa, de aprender de distintas disciplinas, de vincular expertos de otras áreas, desde un artesano, un museógrafo, un artista, a través de un proceso que nos permita en esa participación conjunta lograr un objetivo.

Todo cambia según el contexto.

Estoy siempre abierto a recibir distintas influencias, me alejo de pretender que todos los proyectos que hago puedan ser bajo un estilo y llegar a un sitio en el que solo cabe un lenguaje, sea cual fuere el contexto. Por el contrario, considero que cada lugar, cada contexto, cada colaboración determina un resultado distinto.

¿Encontrás aspectos invariables en tu obra?

Claro, a veces pueden ser cosas que decido de manera inconsciente que me hagan revisitar ciertas decisiones, no escapo de eso. Por ejemplo, si hablamos de materiales tengo una atracción hacia la madera, no me puedo escapar de volver a trabajar con madera o con piedra. Y si trabajo con madera tengo una pequeña inclinación hacia cierto tipo de madera, eso, de alguna manera, es un proceso hasta inconsciente, pero no quiere decir que no haya explorado todos los espectros de madera, o variaciones en piedra o en metal.

¿Tu proceso creativo también es abierto?

No es un proceso de un solo individuo y, entonces, el contexto, el cliente y sus necesidades se vuelven actores dentro de las decisiones. No se trata de una acción que derive de la postura de un solo individuo. La esencia de lo que hago es una construcción participativa.

Altos Jalisco: habitaciones para estadías cortas. Gentileza Esrawe Estudio.

¿Cómo llegaste a este proceso de construcción colectiva?

Por muchos años funcioné como un sastre, todo el proceso creativo giraba alrededor de lo que yo hacía, tocaba o decidía. Pero, eventualmente rompí con eso y hoy funciono más como un director de orquesta, donde a veces me toca ser quien dirige y otras asumir el rol de tocar algún instrumento. La posibilidad de sentarme en los distintos lugares es para mí tremendamente seductora, y, de alguna manera, habla de un aprendizaje en el cual en el momento que quitas el ego de la mesa en un proceso colaborativo, lo único que puede pasar es que aprendas.

¿Desde dónde parte tu proceso creativo?

Nuestra metodología resulta de construir, nunca tomamos la pluma como primera intención o una idea como principio de un desarrollo. Hay siempre una investigación previa, un proceso de análisis, un diagnóstico que construye una narrativa y de esa narrativa sale el desarrollo de una ejecución.

¿Qué lugar tiene el espectador en tus obras?

No hay un único lugar. Si se trata de un proceso comercial, el eje del proyecto es el usuario. Por ejemplo, si proyectamos el espacio de una cafetería siempre les digo a mis clientes que no se trata de lo que me gusta a mí o a ellos, sino al público que va a hacer uso de eso. Pero, si me voy al espectro contrario, en mis ediciones limitadas son mis emociones, mis intenciones, soy yo y lo que me gusta directa y abiertamente, que bien puede tener audiencia o no. Hoy estoy muy interesado y vinculado a estas ediciones limitadas.

¿Qué te llevó a inclinarte por ellas?

La pandemia me hizo realinear la velocidad de las cosas que quiero hacer, menos cantidad y más objetos que privilegien la destreza artesanal y que me permitan tener colaboraciones más directas con artesanos, quiero disfrutar más de los procesos. Por ejemplo, estoy saliéndome de mi línea comercial de mobiliario, estoy dejándola completamente. Esto no quiere decir que no los vaya a diseñar o producir con fabricantes externos, pero ya no representan una parte esencial de mi cotidianidad. Tengo 53 años y estoy realineando qué quiero hacer, cómo lo quiero hacer y con quién lo quiero hacer. En este momento, se redefinen prioridades y me interesa mucho promover la destreza artesanal, los oficios y lograr que ciertas técnicas no se pierdan.

Altos Jalisco: sección wellness. Gentileza Esrawe Estudio.

¿Considerás que hay un interés renovado por lo artesanal?

En México estamos en un momento bastante interesante, un renacimiento de ciertas técnicas y oficios vinculados al metal, cerámicas, piedra, lo que determinó que muchos artistas y artesanos extranjeros vengan a vivir aquí. Hay una revalorización de lo único, de lo hecho a mano y un público que está dispuesto a entender esto de mantener una destreza artesanal.

¿Cómo es el vínculo con los artesanos?

Es un proceso muy horizontal y completamente respetuoso, el valor lo asignan ellos y el beneficio es mutuo. Si al llegar a un taller de artesanos no vemos que estamos impactando de manera positiva en el entorno de la gente que trabaja y del artesano significa que lo estamos haciendo mal. Buscamos hacer entender al público que compra estas artesanías que al hacerlo promueven estas destrezas como un valor único. Y, en definitiva, esto es lo que nos permite investigar, explorar, retar a estos talleres a buscar nuevas expresiones, todo se vuelve muy rico, en ese sentido.

Lo artesanal representa un nuevo lujo.

No creo en la teoría de que la artesanía tiene que estar al alcance de todos, no podemos integrar una línea capitalista a una lógica de lo que pasa a mano. La promoción de una artesanía que sea replicable lo único que hace es que bajen los precios, los costos, aumente la competencia de quien da la pieza más barato. Entonces, se empiezan a comprometer intenciones, calidad, se sustituyen cualidades, materiales, y termina siendo una simulación de lo que originalmente era la intención de la pieza. A partir de esto, no se produce un beneficio económico y por eso a las nuevas generaciones no les interesa aprender un oficio artesanal porque no es remunerativo.

¿Qué fue lo último que presentaste de las ediciones limitadas?

Acabo de presentar para una galería en Nueva York, una colección que se llama Frecuencia, una banca construida en una sola silueta de latón y en acero y es una pieza que me tiene muy contento. También se están exhibiendo una serie de esculturas lumínicas llamadas Shifting Parábola, realizadas también en latón en una galería en Shangai. De alguna manera, este mundo de ediciones limitadas ha ido creciendo en forma orgánica y de manera muy satisfactoria para mí.

¿Cuáles son tus proyectos?

Trabajo en una colaboración, con arquitectura de Manuel Cervantes, para una villa en Mykonos, los interiores y mobiliario son nuestros. También me tiene muy emocionado el proyecto que estoy haciendo para una galería en Dinamarca. Por otra parte, estoy con un proyecto de agroturismo en Los Altos de Jalisco. Se trata de una comunidad desarrollada alrededor de la primera destilería de tequila biodinámico del mundo ubicada en la cima de un volcán extinto en esa zona. El proyecto suma agroganadería, aguas termales, ranchos, residencias, talleres, un centro cultural y escuela, entre otros. En este momento, estoy en una etapa en la que decidí dejar de trabajar en proyectos corporativos de gran escala y lo hago solo en aquellos con una sensibilidad humana.

Foto de portada. Altos Jalisco. Gentileza Esrawe Estudio.